Fotos: Mario Hernández
Por Omar Muñoz / “Asesinatos” y “desapariciones” son dos palabras que usamos cada vez con mayor naturalidad. Estamos tan habituados a ellas que hemos perdido la conciencia de lo que significan. Se nos olvida que dichos conceptos expresan actos de extrema violencia y, sobre todo, perdemos de vista que esa violencia deja víctimas. Es así que, Ausentes, una creación del Colectivo Campo de Ruinas aprovecha los recursos del arte contemporáneo y del teatro para generar un espacio de reflexión y humanización en torno a las desapariciones que azotan a nuestro país, desde hace varios años a manos del crimen organizado.
Ausentes es una instalación escénica interdisciplinaria que ofrece una experiencia reveladora. Los espectadores son recibidos en la puerta lateral del Teatro Julio Castillo del CCB para entrar directamente al desahogo del escenario. A continuación, un integrante del colectivo se presenta e invita a los asistentes a que le sigan al sótano del teatro. Una vez abajo, comienza el ejercicio.
Los espectadores son invitados a habitar diversos espacios generados con elementos tan cotidianos como cuerdas, lámparas de papel, tinas metálicas, ollas de peltre, tierra, pinzas para ropa y palos de madera. Todo envuelto en una atmósfera íntima, pero decadente y oscura que generan tanto el sótano del teatro por sí mismo, como los recursos luminotécnicos elegidos y la exploración sonora, mediante un contrabajo y diversos instrumentos de percusión.
Los integrantes del colectivo relatan en cada una de las estaciones del recorrido lo que sucede desde hace mucho tiempo: desaparición de profesionistas, procesos fraudulentos de investigación, encubrimiento de criminales y asesinatos a sangre fría. Sin embargo, el colectivo no se queda en la superficie de los hechos y ahonda en las vidas de los desaparecidos. Nos muestran directamente sus fotografías, cartas de sus familiares e incluso, descubrimos particularidades como sus gustos y sus sueños.
A través de resoluciones escénicas, sonoras y lumínicas libres de toda impostación innecesaria, el Colectivo Campo de Ruinas logra humanizar a los desaparecidos. Les borra los números de catálogo y les regresa el rostro, el nombre y el apellido. El efecto es implacable, todas esas personas podrían ser nuestros familiares o nuestros amigos, incluso nosotros mismos podríamos encontrarnos en su lugar.
Ausentes es un ejercicio de empatía, esa que ya está tan en desuso; conmueve y transforma al participante (porque el asistente no es solamente un espectador). La lista sigue creciendo y todos salimos con la fuerte convicción de que no debemos ser ajenos a esta realidad, no debemos normalizar la violencia y, mucho menos, debemos olvidar.
Ausentes se presenta hasta el 25 de marzo en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, consulta precios y horarios aquí.
