La Compañía Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) estrena el montaje de El perro del hortelano, del dramaturgo español Lope de Vega (1562-1635), bajo la dirección de Angélica Rogel, en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), con funciones de jueves a domingo, del 28 de abril al 9 de julio de 2019.
Angélica Rogel sabe que los retos de montar en pleno siglo XXI una obra escrita en el siglo XVII implican reconocer el lenguaje y entender el significado de lo que el autor escribió: “Son palabras todas conocidas, pero agrupadas de manera poco usual -en este siglo-, con una cadencia y un ritmo diferentes a los de la prosa actual. Con El perro del hortelano busqué no adaptar a prosa, sino rescatar el texto casi por completo y trabajar con el ritmo y los juegos sonoros que el mismo verso proponían”.
Cuando la directora leyó la obra, dijo tener “la imagen de lo que se escucha a nuestras espaldas, de lo que se dice, de quienes observan y juzgan lo que ocurre; de ese mundo que determina nuestras acciones sin que seamos conscientes de esto”.
Para Rogel, son tres los temas trascendentes de la obra que se sitúan en la sociedad mexicana actual: “El primer tópico son las clases sociales. En México es algo que está muy marcado, existe una clara distancia social determinada por las condiciones económicas y laborales. Luego las relaciones, porque creemos elegir libremente a nuestras parejas, cuando en realidad hay varias cosas que determinan esa elección. Y el tema más visible: desear algo que no podemos tener pero que tampoco queremos que lo tenga alguien más”, comenta.
Entre los principales atractivos de esta adaptación del clásico español, se encuentran el contexto, la atmósfera y las actuaciones, porque la acción sucede en el México de los años 50. “La música y el juego de ver esta obra en esa época puede ser una experiencia atractiva. Ver un texto del siglo XVII, habitando el siglo XX y mostrándose a los ojos del siglo XXI, nos puede dar bastante luz de lo que hemos dejado de ser y lo que siempre seremos”.
La obra, estrenada en el siglo XVII y editada por primera vez en 1618 dentro de la Oncena parte de las comedias de Lope de Vega Carpio, uno de los dramaturgos más importantes del Siglo de Oro español y máximo exponente del teatro barroco, está escrita dentro del género conocido como comedia palatina, caracterizado por tratar temas como el amor, la amistad, enredos y nobleza, a partir de un estilo que varía entre lo serio y lo cómico.
El argumento de esta obra surge de una expresión popular española: “Ser como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer”. En la historia, Diana descubre que Teodoro, su secretario, tiene un amorío con Marcela, una de sus empleadas. Este hallazgo incita los celos de Diana, que se enamora en secreto de Teodoro, aunque su relación parezca imposible porque entran en juego las clases sociales, el estatus, el honor y los amores ajenos.
Una serie de enredos amorosos entre los pretendientes de Diana, sus trabajadores y sus empleadas, culminará en desilusiones y compromisos que confundirán las relaciones de los personajes hasta límites ridículos.
La propuesta espacial de la directora del montaje, Angélica Rogel, y de la diseñadora de escenografía e iluminación, Patricia Gutiérrez, consiste en representar la obra dentro de un centro nocturno de película mexicana de los años 50, “un lugar opulento visualmente y que se preste al juego de esta comedia, donde los personajes están presentes sin estarlo, donde se esconden, aparecen y desaparecen y se espían todo el tiempo”.
“Queremos presentar esta historia con la idea del universo cinematográfico de la época, donde intentaremos mantener un cromatismo muy limitado, para imitar una película blanco y negro”, afirman.
En El perro del hortelano participan los actores del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro: Rodrigo Alonso, Victoria Benet, Fernando Bueno, Karla Camarillo, Diana Fidelia, Jorge León, Astrid Romo y Andrés Weiss; con el músico residente Carlos Matus.
El equipo creativo está conformado por Angélica Rogel, directora de la puesta en escena; Patricia Gutiérrez, diseñadora de escenografía e iluminación; Estela Fagoaga, diseñadora de vestuario; y Maricela Estrada, en maquillaje y peluquería.
El perro del hortelano es una obra que se integra al Programa de Fortalecimiento a la Participación de las Mujeres en las Artes del INBAL.
La temporada será del 28 de abril al 9 de junio de 2019, con funciones los jueves y viernes a las 20 h, sábado 19 h y domingo 18 h, en el Teatro de las Artes del Cenart, ubicado en Río Churubusco 79, Country Club, cerca de las estaciones del Metro Ermita y General Anaya.
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