Por Mariana Mijares, Fotos: Rodrigo Anguas/ Con la visión de ser una alternativa teatral que genere contenidos dinámicos, divulguen el pensamiento crítico y fomenten la creación de nuevas audiencias, se formó la compañía Oscura Sangre, un grupo de jóvenes que tenían ganas de regresar a los escenarios y que presentan este primer montaje homónimo, inspirado en Macbeth de Shakespeare.

El clásico del sigo XVII gira alrededor de Macbeth, quien recibe de tres seres fantasmales la profecía de que un día se convertirá en rey. Impulsado por su esposa: Lady Macbeth, ellos planean el asesinato del rey Duncan, bajo un entorno de intrigas y traiciones.

Evan Regueira, director y actor del montaje que se presenta los miércoles a las 20:30 horas hasta al 18 de diciembre en el Foro La Gruta, nos habla sobre esta propuesta actuada solo por hombres y en la que la sangre y lo que significa se vuelven un elemento distintivo…

Evan, antes de este texto, ¿cuál era tu relación con Shakespeare? ¿Cómo lo veías en la escuela, ya como actor profesional y ahora con la experiencia de este montaje?

Cuando era adolescente mi papá me regaló copia de Much Ado About Nothing (Mucho Ruido y Pocas Nueces). Como familia habíamos visto varias veces la adaptación al cine que hizo Kenneth Branagh, pero cuando leí la obra me enamoré del lenguaje y de cómo Shakespeare jugaba con él para alcanzar una comedia genial.

Cuando terminé la prepa me fui a vivir a Inglaterra. Allí estudié la carrera de teatro donde por primera vez tuve la oportunidad de analizar a profundidad un texto de Shakespeare, y al mismo tiempo, de ver muchos montajes de sus obras. Entre más tiempo pasaba con el autor; leyéndolo, viendo producciones de sus obras o actuando en producciones súper independientes en el Fringe de Londres (hice Much Ado About Nothing, Othello y Macbeth), más encantado quedaba con la simpleza y profundidad de su obra.

Al ser grandes materiales, imponen mucho. Obviamente como actor y/o director te exigen cierto arrojo por los temas y tono que maneja que pueden dar miedo, pero creo que debemos perderle un poco el miedo (por no decir el respeto) a Shakespeare, para no terminar haciendo imitaciones de otras cosas que hemos visto. Tal vez no siempre lo lograremos, pero hay que intentarlo. Por ejemplo, acabo de regresar de hacer una adaptación (The Dream Project) de Sueño de Una Noche de Verano en Montreal que combinaba actores de los tres países de Norteamérica, además de las disciplinas de teatro y circo, y resultó una experiencia increíble abordar el texto desde un lugar completamente nuevo.

¿Cómo te llegó esta propuesta para dirigir Oscura Sangre?

Este montaje surgió desde la necesidad de un par de actores de gestionar su propio proyecto. Hace 5 años más o menos, Atza Urieta y yo decidimos que si nos quedábamos esperando que una ‘Vaca Sagrada’ nos llamara para trabajar, nunca íbamos a hacer nada. Entonces decidimos levantar este proyecto para poder actuar, porque teníamos esa necesidad.

Al platicar sobre el tipo de ‘Shakespeare’ que nos gusta ver, y el tipo de obra que queríamos hacer, decidimos que tal vez sería bueno que uno de nosotros la dirigiera. ¡Entonces la propuesta para dirigir esta puesta llegó en un momento de locura! Actuar y dirigir ha sido un reto del que he aprendido mucho.

Precisamente, ¿Cuál ha sido tu mayor desafío al actuar y dirigir al mismo tiempo?

El reto más grande ha sido aprender a ‘soltar’. El teatro siempre es y será un trabajo en equipo y la mayor lección que he aprendido es que por más clara que sea tu visión, no lo puedes controlar todo, y hay que confiar en el equipo y su trabajo. Eso le ha dado al elenco mucha libertad creativa y hace que nos divirtamos mucho en escena. Pero… ¡No tengo planeado volver a hacerlo! Por lo menos no en un futuro cercano.

 ¿Habías dirigido antes?

Desde la escuela había tenido interés en la dirección, pero siempre me había enfocado más en la actuación. Cuando llegué a México mi primera oportunidad para trabajar en teatro fue como director residente en un par de obras del DramaFest: Connecting People de Elena Guiochins y Latitud de Verónica Musalem. Esos trabajos me abrieron las puertas para seguir colaborando como director residente con dos directores a quienes admiro y de quienes pude aprender muchísimo: José Manuel López Velarde, con quien trabajé en El último teatro del mundo y Constelaciones, y Diego del Río, con quien colaboré en Duele, RENT y El zoológico de cristal.

Al trabajar en estos proyectos surgió en mí la necesidad de poner a prueba lo aprendido y dirigir mi primera obra. De hecho Oscura Sangre [Macbeth] fue seleccionada originalmente para su temporada en el Foro La Gruta dentro del ciclo “Ópera Prima”.

¿Cuáles viste como los atributos, o diferenciadores, de Alejandro García sobre este clásico de Shakespeare?

Cuando le comisionamos el texto a Alejandro le dijimos que queríamos una adaptación ágil, que se sintiera un poco como película de acción con suspenso. Y que cómo no teníamos dinero para producir, la pudiéramos hacer con máximo 6 actores. Él tomó el retó y lo llevó a un lugar en donde se cuenta la historia original, pero con un ritmo que creemos es amigable para un público contemporáneo.

Lo que más me emociona es que en su versión, Alejandro García plasma su voz, y nos da una versión que se siente propia.

Es un elenco pequeño y sin mujeres, ¿se turnan varios personajes?

Sí, todos los actores (excepto el actor que interpreta a Macbeth) interpretan a más de un personaje. Por otro lado, queríamos ponernos el reto de ver si podíamos hacer un “All Male Shakespeare” que conectara con un público contemporáneo. No hacer una versión de cómo creemos lo hubieran hecho en El Globo (el teatro donde Shakespeare presentaba sus obras, no la panadería), sino a partir de encontrar ciertos atributos femeninos dentro de la interpretación de los actores que hacen los personajes femeninos.

Si logramos que la gente salga hablando de Lady Macbeth y Lady Macduff como personas, y se olviden por un momento que los que las interpretaron fueron hombres, ¡habremos logrado uno de nuestros cometidos! Creo tiene que ver más con lo humano que con lo masculino o femenino.

¿Podrías hablarnos brevemente de los atributos de tu elenco?

Es un elenco de amigos a quienes conocimos en distintos proyectos, pero a quienes nos une una pasión por Shakespeare. A Atza Urieta y a mí (los que levantamos el proyecto por tercos) se nos unieron: Jorge Ávalos, uno de los mejores maestros de verso y teatro clásico de México; Roldán Ramírez, que tiene una habilidad impresionante para trabajar con su cuerpo; Antonio Peña, quien además es el director de combate escénico; y Alejandro Guerrero, quien dentro de sus proyectos de cine y TV se ha dado el tiempo para compartir con nosotros esa cualidad oscura y juguetona con la que ha abordado este trabajo.

¿Cómo trabajaste con los actores para lograr personajes que fueran distintos a los de otros montajes?

El primer día todos los actores presentaron un pequeño ejercicio donde expresaban distintos temas de la obra que les interesaban. Fue muy interesante ver cómo las personalidades de cada uno hacían ‘clic’ con los personajes que interpretarían. A partir de la intuición del elenco, fuimos descubriendo muchas cosas y creo que al hacerlo personal, lo hace diferente a lo otro.

Háblanos sobre la propuesta de escenografía y de vestuario…

¡Somos un grupo de intensos! Cuando pensábamos en el tipo de puesta que queríamos hacer, pensábamos en referentes como Martin McDonagh, Quentin Tarantino, Game of Thrones o House of Cards. No es que esta sea una propuesta como las anteriores, pero la sangre y lo que significa, es un elemento importante en la obra original, y de ahí el título de la versión de Alejandro.

El ambiente es sucio y se siente la sangre oxidada, y eso se trató de capturar en la propuesta estética. Se ha derramado mucha sangre, se ha secado, y desgraciadamente sobre esa sangre oxidada, sigue fluyendo más sangre.

¿Por qué consideras que Shakespeare sigue siendo tan relevante -y con tantos guiños- a nuestra actualidad?

Es impresionante como una obra que se escribió del otro lado del mundo hace 400 años más o menos, en momentos parezca describir nuestro México actual.

Cada noche cuando escucho el texto de Ross se me enchina la piel. Pobre Patria, “Apenas se le reconoce. Ya no puede llamarse nuestra madre, sino nuestra tumba, donde a nadie se ve sonreír. Ya nadie pregunta por quién se tocan las campanas, y los hombres de bien caen muriendo sin enfermar”.

¿Por qué te gustaría que los espectadores vayan a ver Oscura Sangre

La obra toca temas muy fuertes y profundos, pero creemos que el teatro también debe ser entretenido. No tienes que ser un académico o intelectual para poder ver una obra como ésta. Hemos visto cómo desde adolescentes, hasta abuelitas, han reaccionado a lo que pasa en escena porque están metidos en la historia.

Es una versión ágil (dura menos de hora y media), entretenida, con mucha carnita para poder reflexionar, y sí, mucha sangre… consulta precios y horarios, aquí.

No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.