Por Arantxa Castillo y Fotos Cortesía Producción / Los chicos de la banda fue escrita por Mart Crowley en 1968, un año antes de los disturbios de Stonewall que desatarían el movimiento LGBTQI+. La puesta en escena se presenta por segunda ocasión en México por Horacio Villalobos, con la dirección de Pilar Boliver.
Tras una corta temporada, la obra que aborda temáticas como la homofobia, el racismo y la religión, presenta en el Teatro Xola, sus últimas funciones. Te damos 3 motivos para no quedarte sin verla.
1) Te hará reflexionar sobre qué tanto hemos avanzado: Seamos honestos, en materia de derechos humanos e inclusión, como humanidad hemos avanzado bastante, pero es cierto, la homofobia y la transfobia siguen presentes a nivel general. Para muchos gobiernos sigue siendo un tema de debate conceder ciertos derechos y todos seguimos viendo noticias o escuchando casos que demuestran que la discriminación está vigente. Ver esta obra nos pone frente a un termómetro sobre, ¿qué tanto han cambiado las cosas?
2) Es muy divertida: Un grupo de amigos gays se reúnen en la casa de Michael para festejar a Harold, esta fiesta descontrolada nos deja ver la cantidad de conflictos que enfrenta cada personaje. De verdad son historias muy duras, pero en esta fiesta el humor negro, la comedia y las bromas entre amigos logran hacerte reír.
3)Es un clásico del teatro contemporáneo gay: Los chicos de la banda (The boys in the band) se convirtió en un referente del teatro contemporáneo gay, junto con Ángeles en América y Un corazón normal e inició la conversación sobre el tema. Además la reposición de la obra le valió un Tony en 2018 en Broadway, por si fuera poco se está filmando la película con la actuación de Jim Parson para Netflix.
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