1984: Quizá la realidad como la vemos no existe

Fotos: Pifas

Por Roberto Sosa/1984, es una novela de ficción escrita por George Orwell entre 1947 y 1948, en ella habla de una comunidad que vive en la distopía o antiutopía, sociedad ficticia e indeseable en sí misma  (el termino utopía describe un mundo ideal, distopía es la antítesis). La fábula se ubica en un territorio con gobierno totalitario, manipulador de la información y  prácticas de vigilancia masiva. En ella aparecen conceptos como el omnipresente y vigilante Gran Hermano, la extendida policía del pensamiento y la neolengua o nueva lengua que reduce y transforma el vocabulario con fines represivos.

Winston Smith -protagonista de la historia- escribe un diario, no sabe si es personal o para futuras generaciones, de pronto todo cambia, realidad y ficción son una dicotomía que lo hace dudar, no tiene  certeza de quién es y en dónde está. El mundo que percibe es ambiguo, confuso…irreal. Se relaciona con disidentes que no conoce; un anticuario le hace creer que el pasado atesora la vida; Julia es una policía del pensamiento, con ella cree y siente que el amor y el sexo existen y son reales. Sin embargo Big Brother todo lo ve y todo lo sabe.

Eric Arthur Blair (1903-1950) conocido por su seudónimo George Orwell, fue un escritor y periodista británico, uno de los ensayistas en lengua inglesa más destacados durante los años 30 y 40 del siglo XX. Reconocido por sus novelas Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1949),  dos obras críticas hacia el totalitarismo y de las técnicas modernas de vigilancia. Orwell fue un visionario que se adelantó a su tiempo, imaginó 1984 como un año y un mundo donde los pueblos viven inmersos en la mirada de quienes los gobiernan…igual que hoy, en 2019.

Bajo la dirección de José Manuel Velarde, la puesta en escena logra crear realidad y ficción, donde los personajes dialogan en dos planos distintos, esto confunde y molesta a algunos espectadores, no reconocen en qué momentos es real o ficticio lo que sucede y ven. Esto es un gran acierto de Velarde. Él decide cómo se hacen las escenas y que el público las interprete. No todo lo que se ve sobre el escenario debe ser explícito.

Las actuaciones son de Antón Araiza, Constantino Morán, Vanessa Restrepo, Alfredo Herrera, Terence Strickman, Angie Vega, Alberto Eliseo, Evan Regueira y la niña Julieta Luna. Se trata de un elenco equilibrado, elegido minuciosamente; el trabajo de cada uno, dimensiona la puesta en escena; hay entrega y concordancia en sus actuaciones. Por el papel que le toca desempeñar, destaca la actuación de Antón Araiza, no obstante todo el elenco trabaja de forma excelente.

Esta nueva adaptación es de Robert Icke y Duncan Macmillan. Como espectador 1984 me atrapa en la ficción y por momentos me hace creer que todo lo que percibimos como real, no lo es, y quizá la realidad como la vemos no existe y todos somos controlados desde el pensamiento y el lenguaje. Lo cierto es que la obra es un gran discurso político que nos cuestiona sobre los regímenes totalitarios que nos gobiernan. La retórica seguirá siendo que nos llevan por buen camino, hacia el desarrollo y bienestar. Y el Gran Hermano estará vigilante, observando y escuchando con su garrote listo por si piensas distinto.

Las funciones son en el Teatro Helénico hasta el 8 de septiembre, consulta precios y horarios, aquí.