TERROR: El dilema entre ética y moral

Fotos: Paulina Watty

Por Luis Santillán/Un piloto de la fuerza aérea alemana toma una decisión que conlleva la muerte de todos los pasajeros que estaban en un avión comercial, en su defensa apela a que salvó la vida de todas las personas que estaban en un estadio. A partir de esa premisa Ferdinand Von Schirach desarrolla la obra Terror.

La propuesta del autor se centra en la exposición de lo acontecido en un juicio, se vale de varios personajes para que los eventos sean comunicados a la audiencia. El acierto del texto está en la construcción de los opositores: la fiscal y el abogado defensor. Ambos personajes poseen la fuerza necesaria para que la confrontación sea atractiva.

Da la impresión de que el texto nunca logra ir más allá de la exposición y que se refugia en el dilema entre ética y moral que encierra la decisión del piloto, sin embargo debe poseer méritos destacados dado que ha triunfado en varios países.

Once Once Producciones y Por Piedad Teatro suman esfuerzo para que se presente por vez primera en México, bajo la dirección de Antonio Vega.

En la puesta en escena destaca lo mismo que en el texto. Ana Graham tiene el personaje de la fiscal, la creación que hace es muy sólida dado que es firme en su labor ante el juicio, pero nunca pierde calidez, eso permite que haya una gama emotiva compleja. Graham alimenta al personaje, aprovecha tanto el volumen como los matices de voz para que las motivaciones y reacciones proyecten con eficacia los planteamientos que defiende. Lo más interesante radica en que establece puentes con todos los personajes y eso lo vuelve un eje de relación que cimenta la obra.

El abogado defensor es el otro personaje que destaca. No es legible si la propuesta es en una colaboración entre el director y Alejandro Morales, o solo del actor, sea como sea, es un gran acierto porque construye una historia en sí misma que no es del autor. Morales crea a un abogado que al principio de la obra da la impresión de no estar a la altura del juicio, sin embargo, con forme avanza el tiempo, hay variaciones que le dan mucha fuerza.

Lo más complicado del trabajo de Graham y Morales está en mantener el equilibrio hacia el final, porque solo así se podrá generar la duda sobre el veredicto en el público. Si uno de los dos se impusiera al otro, lo que se produce hacia la parte final no ocurriría y eso sería muy lamentable.

Terror es una obra que motiva la reflexión de manera contundente, logra que el público tenga reacciones que conversa en cuanto la obra concluye, pocas veces se ve un efecto tan bien logrado; ser parte de ese efecto es la mayor razón para no perderse esta propuesta.

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