Por Ro Tierno/ La obra dirigida y escrita por Benjamín Cann parte de los relatos de Dekalog, de Kiéslowski y Krzysztof Piesiewicz, para reflexionar en torno a los diez mandamientos y cómo nos influye en la actualidad.

“Esta obra nació de mis ganas de revivir para una generación que probablemente no conoce las reflexiones que hizo Kiéslowski en su película de Dekalog, en eso está basada. Intento hacer un mosaico de historias que suceden todas dentro de un multifamiliar, en cada uno de los departamentos sucede una historia, que a veces toca o no a los demás. Un poco con el espíritu de lo que nos pasa hoy en México. Intentamos hacer un mosaico de hechos, reflexiones, dolor y amor por la vida, en personajes muy típicos y de todos los días de la Ciudad de México”, explicó el director de Instrucciones para ir al cielo que se presentará este sábado 21 de abril en el Teatro de las Artes.

La trama sucede en una representación del multifamiliar Alemán, el primero en construirse en la Ciudad de México en 1947 por Mario Pani. La intención es poner en contexto este universo citadino, donde “casi todos los días suceden cosas y ninguna”. La escenografía, una pieza estructurada que simula muy bien este espacio arquitectónico, está realizada por Matías Gorlero quien explicó que “los multifamiliares representan el hacinamiento, tengo uno al lado, otro arriba, hay una sensación de somos muchos, pero no estamos juntos, somos 80 historias pero no sabemos del vecino”.

Instrucciones para ir al cielo son varias historias dentro de este multifamiliar. Con un toque de humor, Benjamín Cann alude a una reflexión en torno a la moral mexicana y al catolicismo, partiendo de la idea original de la película de Kiéslowski que cuenta historias en base a cada mandamiento. “Las historias no intentan ilustrar ninguno de los mandamientos, pero intentan hacernos reflexionar alrededor de cada uno de ellos, de manera que nos preguntamos si ‘no robarás’ o ‘no mentirás’ en un país como México, católico, tiene alguna implicación moral, si es cierto que cumplimos con los mandamientos, si sirve cumplir con ellos, por eso la obra se llama Instrucciones para ir al cielo, es un absurdo, ¿si los seguimos llegaremos al cielo?”, expresó.

El diseño arquitectónico multifamiliar fue realizado por sus creadores para prever las necesidades habitacionales que en ese entonces se creían que iba a llegar a tener la Ciudad de México. Apenas pensaban en el futuro con 8 millones de personas, bastante acertada pero ya rebalsada. “Claro que en la construcción de este multifamiliar y los subsecuentes se hizo un gran negocio, no sé qué venia primero si aliviar el futuro o el negocio, pero se hicieron con la idea de que habitaran muchas familias y que sea autosuficiente, donde puedan habitar diferentes clases sociales y que no tuvieras que salir para realizar actividades y de esta manera no propiciaras el tráfico que creían que podía suceder en esta ciudad. Es un lugar que está decayendo, que no es autosuficiente y que como muchos lugares de la ciudad dependen de la venia de los delincuentes, eso afecta un poco el espíritu de esta obra”, aclaró Cann.

El director también aclaró que en esta versión libre que se permitió hacer de Kiéslowski quiso contar lo que sucede en México, donde la ley moral ejerce un peso importante, y donde el comportamiento de las personas es afectado por el temor a Dios. “El humor juega un papel importante, porque yo creo que en el teatro debe haber humor y cuando tocamos temas dolorosos debe haber humor porque supongo que así somos los mexicanos, nos gusta reírnos. No soy de los que piensan que nos reímos de la muerte, creo que eso no es cierto, no conozco a nadie que ante la eminencia de la muerte se muera de la risa, pero nos gusta reírnos y es un vehículo para contarle a la gente sobre el dolor. Cuando analizaba los mandamientos desde distintas perspectivas me di cuenta que me faltaban dos como mexicano: ‘no vivirás sin miedo’ y ‘no confiarás en tus gobernantes”.

El vestuario, a cargo de Estela Fagoaga, juega un papel importante ya que se buscó que la indumentaria representara el estado anímico de los personajes y el arquetipo social, es decir, a la clase social que pertenecen según su poder adquisitivo.

“Hay una palabra que es importante, que es la simultaneidad, todo pasa al mismo tiempo y dejamos de preocuparnos por lo que le pasa al de al lado, todo sucede como en un circo de tres pistas como sucede en esta ciudad”, concluyó Cann.

Instrucciones para ir al cielo tendrá en escena a 18 actores de la Compañía Nacional de Teatro. Tendrá temporada del 21 de abril al 20 de mayo en el Teatro de las Artes del Cenart. Para más información aquí.

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