Por Ro Tierno/ Estará todos los lunes en la sala del Teatro NH.
Con un formato que rescata elementos del monólogo y el stand up, se estrenó por primera vez en la CDMX, Kada Loko con su Karma, una comedia escrita por Lorna Ramos y dirigida por Roberto Ballesteros, que alcanza niveles de humor y de dramatismo a partir de las historias y emociones de los personajes que aborda.
El elenco está formado por Roberto Ballesteros, Luis Xavier, Ángel Carbó, Jorge Mariscal, y Lorna Ramos. La escena transcurre en una estación de radio: los protagonistas realizan el programa Sanando y avanzando, donde reciben llamadas de personas que le cuentan sus historias, sus pesares, y los locutores/as le dan su punto de vista y una posible solución. Una especie de terapia radial, al estilo Brett Gelman con su personaje de Greg Colter en la serie Love.
Tal cual le sucede a Greg en su programa radial de la destacada serie de Judd Apatow, los protagonistas pasarán por todo un proceso en el cual deberán hacerse cargo de sus propias emociones. Estamos hablando de la ira, la autoestima, el machismo, y el perdón. Temas que a cualquier ser humano aquejan, y que en Kada Loko con su Karma están reflejados de una manera literal.
Un adicto a las drogas, un hombre que ha abandonado a su mujer y sus hijos, una mujer que ha sido maltratada toda su vida, un hombre homosexual víctima del bullyng… historias que ponen sobre la mesa temas recurrentes en nuestra sociedad, con un fuerte acento feminista, tan necesario para estos tiempos.
Luis Xavier y Roberto Ballesteros se destacan desde sus diálogos, haciendo reír al público durante casi toda la obra. Si bien hay cuestiones que están descuidadas, podríamos atribuírselas a un estreno: falta de coordinación, textos muy forzados, debido principalmente a que ninguno de los actores y actrices se sabía el diálogo, ni los que estaban en la escena ni los que participaban con sus voces en off. Jorge Mariscal aparece en la última parte, como el esposo de Lorna, pero la secuencia no está bien lograda y no aporta mucho a lo que ya viene sucediendo, generando algo de desorden con una escena apurada y algo cliché.
El mensaje es claro y contundente, y sin duda llega al corazón de cualquier persona. Esperemos que con el transcurso de las funciones puedan ajustar los detalles para que el público disfrute de una comedia que sin dudas vale la pena, no solo para entretenerse, sino para crecer y sanar.
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