La creación de un Centro de la Danza en la Ciudad de México que sirva como matriz de casas de esta disciplina artística en cada alcaldía, así como la educación a través del arte que atienda a toda la población, son los puntos prioritarios que contiene el Plan para el Desarrollo de la Danza en la CDMX presentado este fin de semana,  por un grupo de profesionales en la materia.

Bajo el lema, “Por los derechos dancísticos de los ciudadanos. Por los derechos ciudadanos de los profesionales de la danza”,  el programa que se ha preparado para los aspirantes a gobernar la capital del país, surgió de un proceso de participación entre varias personalidades y miembros del gremio a través de diversas ideas y propuestas con la posibilidad de que la iniciativa crezca de manera real y permanente.

Durante la presentación del documento, el promotor e investigador Héctor Garay dijo que se busca un impacto social y cultural que se traduzca en mejores condiciones, y que los derechos dancísticos de la gente se vinculen con los derechos de los profesionales de la danza, es decir, que la danza sea un medio para que el público se reconozca emocional, física y corporalmente, para hacer una sociedad más crítica con mejores condiciones de vida.

“Dar a conocer esta iniciativa a los candidatos, a través de los medios de comunicación, es el primer acercamiento que tenemos con ellos para que sepan de ella. “Y si bien el Plan para el Desarrollo de la Danza en la CDMX, en primera instancia, se circunscribe a la capital del país, tiene también la intención de tocar a toda la República Mexicana, aunque el proyecto al respecto, es otro documento con características propias”, dijo Garay a Notimex.

“Para los integrantes de la comunidad dancística de la Ciudad de México es urgente y primordial diseñar un tejido democrático de la experiencia comunitaria a partir de acciones claras, precisas y continuas que permitan la reconstrucción del tejido social, la dignificación de los profesionales de la danza y el reencuentro de los cuerpos en una urbe siempre viva, que cambia y evoluciona”, añadió.

De acuerdo con lo que plantea el Plan para el Desarrollo de la Danza en esta ciudad, el momento social que se vive demanda que los creadores y los miembros de las diferentes áreas que conforman a la comunidad dancística se conviertan en generadores de mecanismos de colaboración con instituciones gubernamentales, instancias privadas y sociedad civil, que posibiliten el desarrollo de la danza a través de acciones sustantivas. Entre ellas, proyectos y acciones divididos estratégicamente en cinco campos de acción: Formación, producción, distribución, creación de públicos, y preservación.

Al respecto, la coreógrafa y bailarina Isabel Beteta opinó que “se debe aspirar a lo más alto posible, y lo ideal es un plan que abarque todos los aspectos. En el mundo de la danza somos muchos artistas, y hay una diversidad muy grande de necesidades y propuestas”.

Y añadió, “está basada en una que se hizo en Francia hace muchos años, que derivó en las Casas de la Danza donde haya grupos jóvenes, y grupos con más experiencia, que comparten un espacio en cada alcaldía. Aquí, las Casas de Cultura podrían ‘adoptar’ a dos o tres grupos locales que trabajen sus creaciones de manera cercana a la gente, para generar una retroalimentación”.

Para los miembros de la comunidad de danza que formularon este primer planteamiento, la danza que se enseña, hace y piensa en la Ciudad de México necesita un modelo de integración que genere nuevas formas de vincular a los diversos agentes sociales que se encuentran involucrados en las actividades cotidianas de la danza.

Además de Beteta y Garay, están comprometidos en esta idea el coreógrafo Jesús Laredo y la promotora Consuelo Sánchez, entre otros muchos más.

Por lo anterior, se propone crear un Centro de la Danza, cuyo objetivo sea aglutinar experiencias y conocimientos, así como organizar, difundir y programar danza desde una perspectiva diferente, con la conciencia de que se está proyectando hacia toda la ciudad y por ende, se maneje como la central de otros nodos que estarían en las alcaldías en que se han convertido las anteriores delegaciones políticas que integran la capital de este país.

“Este Centro de la Danza velaría por el desarrollo de la danza sin importar los cambios de gobierno, además de que sería un interlocutor entre las diferentes instancias. Nuestra propuesta es que ese centro matriz sea un organismo descentralizado que tenga la posibilidad de solicitar ciertos apoyos tanto al gobierno de la Ciudad de México como federal”, explicó el bailarín, profesor y coreógrafo Jesús Laredo.

Finalmente expresó que se tiene previsto que el centro trabaje como una central donde se crucen diferentes líneas de acción, “y permitirá un desarrollo más amplio para la danza en varios sentidos: investigación, educación, producción, formación, y creación de públicos, es decir, que este centro sirva para vincular todas las áreas y de este modo se ahorre tiempo y recursos, sea más eficiente la operación, y se genere una red de profesionales”.

Con información de Notimex

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