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PONY: Aquí todos quieren un cambio



Fotos: Roberto Sosa

Por Roberto Sosa/Es un caballo pequeño con una conformación y temperamento específico; en comparación con otros caballos, los ponis a menudo exhiben crines más gruesas, colas y pelaje general, así como patas proporcionalmente más cortas. La palabra pony deriva del antiguo poulenet francés que significa potro. Un pony de peluche podría ser un bonito regalo de un padre para su hija.

¿Fuiste a votar…? Ella quedó viuda, no sabe en dónde depositar las cenizas de su marido “hay gente que se ama hasta después de la muerte…” Su padre “trabaja” en eso de esparcir las cenizas de los difuntos, le puede dar un precio especial por lanzar los polvillos sobre el mar o…en el Polo Norte. 19 mil dólares es el costo, pero a su hija le cobrará sólo 12 mil. “En el Polo, la blanquedad, la limpieza y los osos polares…”.

¿Fuiste a votar…? Para que le den el trabajo, ella necesita una maestría en Ciencias Políticas. Su madre le puede conseguir un título apócrifo que validen los estudios. Ella trabaja en un banco, pero el dinero ya no le alcanza. “Aquí eres lo que compras, aquí nada es verdad…”. El costo-inversión es de 8,100 dólares, por ser su hija le cobrará sólo 6,100 dólares, certificado por la “Universidad Panamericana”.

Aquí todos quieren un cambio. La dramaturgia es de Gustavo Ott (Caracas, Venezuela, 14 de enero de 1963), su texto es la analogía que asume el tema del engaño y el de los sistemas electorales. Ella simboliza al pueblo que calla, soporta, y no hace nada. Su familia representa la impunidad, corrupción y la mentira. La obra tiene resonancias en muchos sentidos con el México de hoy. Más que puntual por los tiempos electorales que hoy transitamos.

La puesta en escena y las actuaciones son de Ginés Cruz y Gabriela Betancourt, en tono de farsa encarnan a los personajes; Gabriela ejemplifica el silencio, la tolerancia y la inmovilidad. Ginés se desdobla con tres ácidas interpretaciones, es el papá, la madre y el hermano; perfectamente caracterizado, en cada uno expresa lo que más vulnera a la sociedad. El talento de ambos es incuestionable.

Con pocos elementos escénicos, su trabajo lo recargan en sus actuaciones; manejan con precisión las transiciones, el tono y el ritmo. Sobre el escenario los dos histriones conjuntan talento, habilidad y experiencia, cualidades que se exponen y desarrollan a través del tiempo, sobre las tablas, pisando los escenarios teatrales. Bien lograda la puesta en escena.

De su familia ella espera encontrar protección y ayuda, no obstante sus parientes más cercanos son quienes más abusan de su complacencia. Pony es un texto que desde la farsa nos habla de temas que nos atraviesan como sociedad; la analogía existente entre quienes someten y los sumisos; el abuso ejercido desde el poder en contra de quienes lo otorgan y lo permiten. Un pueblo inmóvil, enajenado y sumiso es lo mejor para la clase política. Reír para no salir lastimado…es la fórmula.

La iluminación es de Carolina Jiménez. La obra se presenta en el Foro El Cubo, los miércoles a las 20:30 horas, hasta el 25 de julio, consulta precios y horarios aquí.

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