Por Ro Tierno, Fotos cortesía PinPoint/ Interpretada por Alfonso Borbolla, Alonso Íñiguez y Pablo Perroni, la obra dirigida por Sebastián Sánchez Amunátegui, resalta la crisis de la madurez en un mundo que no perdona el fracaso. Estará hasta el 30 de septiembre en el Foro Lucerna del Teatro Milán.
Tres hombres, Paco, Ramón y Andrade, amigos de toda la vida, ya cruzaron la barrera de los 40. Edad difícil para quedarse sin trabajo, no haber ‘resuelto’ tu vida sentimental, o peor, lamentarte por haberte casado y tenido hijos. Estos son los resultados en una sociedad que presiona según estructuras arcaicas de control, falta de libertad sexual, y que nos ata a las reglas de un mercado capitalista cada vez más confuso y poco creíble: crisis total.
El texto fue escrito por el actor y dramaturgo español Ignasi Vidal, y plantea varias críticas en torno a la sociedad y el sistema, a partir del diálogo entre tres amigos que se encuentran en el departamento de uno de ellos, Paco (Alonso Íñiguez), para llevar adelante ‘el plan‘. ¿Qué plan? pues puede ser volar la fábrica que los despidió, robar un banco, o alguna otra cosa que sin dudas nos mantendrá expectantes hasta el final.
Alonso Íñiguez en el papel de un obsesivo controlador atascado sexualmente se lleva casi todas las miradas. Al principio parece exagerado, pero no se tarda en entrar en la locura de este personaje, que cada dos segundos pierde los estribos y parece que va a explotar el Foro Lucerna.
“Es un personaje que está todo el tiempo en movimiento, yo lo logro a partir de los pensamientos, está todo el tiempo muy angustiado. Esta angustia, en la cual me puedo identificar, es donde logré empatar, solo que la reacción de él y la mía son totalmente distintas, como no sabe cómo comunicarse con los demás lo que hace es enojarse y regañarlos”, comentó el actor y director.
Por su parte, Pablo perroni es Andradre, un típico hombre inmaduro que le resbala casi todas las presiones sociales y que aprovecha su despido de la fábrica para dedicarse a lo que lo hace feliz: pintar. “Es un texto que me llega por varios lados en lo personal, me pareció algo diferente”, expresó.
Ramón (Alfonso Borbolla), un aparente ‘mediador’, que no es ni tan ‘volado’ como Andradre ni un ‘cuadrado’ como Paco, es un hombre al que el desempleo no parece estar causándoles mayores problemas, pero las presiones familiares lo tienen en crisis y sumergido en un caos que pronto veremos estallar.
Trabajo, sexo, familia, responsabilidad, son algunos de los temas que atraviesan esta obra que concluye en un género de tragicomedia. El drama, el suspenso, la comicidad de los personajes, nos mantienen dentro de una historia que a medida avanza se vuelve más trágica, pero que finalmente nos acuna y esperanza dentro de la amistad de estos tres hombres, que a pesar de sus diferencias, transitan las mismas problemáticas.
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