Por Ro Tierno/ Luego de algunas presentaciones, vuelve al escenario este monólogo interpretado por Rodrigo Murray donde personifica al libro Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez. La cita es el 5 de abril en el Lunario del Auditorio Nacional.

Con idea original del músico y escritor José María Chema Arreola, Reflexiones de un libro en soledad está escrito por José Fernando Javier León Rodríguez y Nicolás Melini Concepción y contará con la música de Luis Ernesto Martínez y Santiago Ojeda. La idea que propone Libros vivos es llevar los libros al escenario, o los escritores a la música, en definitiva acercar la literatura al público de una forma original y dinámica.

“Yo creo que la literatura está viva, que ha pasado por distintos momentos, pero soy un convencido y una persona que estaba muy aburrida de todo lo que estaba pasando a mi alrededor, y hablo en el terreno personal. Como creador podía proponer otra cosa para acercar al público a la literatura. En los libros se encuentra el diseño del mundo, está desde la palabra bíblica hasta la palabra de Bukowsky, se encuentra la curva del hombre, muchas cosas que están ahí y que desde mi punto de vista se van a convertir en objetos y experiencias, eso sería el postulado principal para Libros vivos”, comentó Chema Arreola en conferencia de prensa en el Lunario.

La semilla de esta propuesta fue plantada en el 2014 en el Vive Latino, con el escenario de Rock & Libros propuesto por Arreola. Se trata de un proyecto que pretende mostrar a músicos que escriben y escritores que tocan, “para tener un cierre fabuloso con una idea que era encontrar el score de un libro, que no es lo mismo que una musicalización de un libro. Esto es un trabajo más cercano entre el autor y las bandas”, explicó.

En esta propuesta participaron el escritor y periodista Juan Villoro, el escritor Xavier Velasco (Diablo Guardián), y los integrantes de la banda de rock Fobia. “Eso desató una serie de ideas, las personas y los libros somos muy parecidos, los libros pueden ser muchas cosas, pueden mutar, pueden ser eso que ocurrió en el Vive Latino, pero eventualmente también podíamos ver un libro encarnado en persona, convertirse en una experiencia gastronómica, estética, etc.”, expresó Chema.

Ya lo vimos, muchos músicos son grandes poetas. Patti Smith escribía poesía y un día se puso a recitarla acompañada de una guitarra, para después convertirse en una referente del punk. A Bob Dylan le otorgaron el Premio Nobel de Literatura, que generó controversia (hasta en él mismo), pero al final es eso: la palabra viva, inundando espacios, rebotando en las paredes, cayendo como un rayo en el público. Diablo Guardián de Xavier Velasco es pura música: Iggy Pop, Siouxsie and the Banshees y David Bowie casi nos sacan la vista de las páginas para subirnos a un auto e irnos a quién sabe dónde. Jack Kerouac, Julio Cortázar, con todo ese jazz.

Y así se sumó el teatro: “Pasado el tiempo llegamos a la parte actoral, al monólogo, y me siento contento y honrado de contar con otro valiente que asume el riesgo, lo entiende y se enamora de inmediato, que es Murray, y que termina maravillando a muchos públicos, y da esta sensación del asombro total. En estos tiempos donde parece que se nos cae la casa, el asombro es importante, volver a ese estado de excitación frente a hechos escénicos. Me da la sensación que a través de nuestros teléfonos podemos verlo todo, como una especie de circo y sus posibilidades, lo cual no está mal, pero hay otra vida que sigue corriendo, del rigor, en el escenarios, de las artes, que tiene que ser recuperada, y quienes estamos metidos en esto tenemos la responsabilidad de otorgarle al público esas posibilidades”.

Rodrigo Murray (Amores Perros; Conejo en la luna), el encargado de llevar adelante este monólogo, explicó que “para este monólogo si ya leyeron o no Cien años de soledad no importa, lo que queremos hacer es que después de este o cualquier libro vivo la gente salga con ganas de leer, ese libro o cualquier otro. La gente con las manos ocupadas en un libro, en un folleto, en un cuaderno, con mayor dificultad va a disparar un arma o meterse una línea, no tiene ocho manos, no somos pulpos. Con dos manos ocupadas, podemos usarlas para el bienestar intelectual y no en el malestar común. Una de las cosas más importantes de este proyecto es tratar de humanizar el objeto, humanizar al libro, y para ello debemos encontrar las constantes humanas, esas que todas tenemos y que también las tiene el libro”.

La puesta en escena no trata de contar la historia ‘inside’ de Cien años de soledad, sino más bien de encontrar puntos de inflexión, anécdotas, sentimientos, actos que puedan generar empatía en el público bajo una estructura teatral. Aunque se haga en el marco del festejo por los 50 años del libro del autor colombiano, la idea no es elegir libros ‘cumpleañeros’, sino más bien ir creando, acercando jóvenes, escritores, músicos y actores que se animen con esta plataforma como una nueva forma de expresar sus obras.

Como opinó Arreola “Las presentaciones de libros son de las cosas más espantosas que hay, y he acudido a presentaciones de libros durante toda mi vida, yo crecí muy rodeado de todo eso, eso significa que me voy a revelar contra los paneles que tiene a alguien hablando de la obra, mientras los libros se quedan en las cajas, lo vi, nadie me lo puede contar. Se trata de seguir generando este acercamiento, me interesa eventualmente que esta plataforma les sirva a los escritores y actores jóvenes, por si se enamoran de ella y así encontremos nuevas formas de decirlo y ocurra en los escenarios”.

Por otro lado adelantó que habrá al menos dos espectáculos de Rock & Libros este año y que su abuelo está en el ambiente, ya que se cumplen cien años de su nacimiento y seguramente José María Arreola será motivo de alguna de las puestas en escena próximamente.

Para saber más sobre esta plataforma puedes ingresar a www.librosvivos.com.mx o a www.50decien.com.

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