… cuando piense en ti pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

– Fragmento de El futuro, Julio Cortazar –

Por Óscar Ramírez Maldonado / Después de 35 años -si no sucede uno de esos milagros al estilo Hollywood- el Foro Shakespeare cerrará sus puertas el 30 de septiembre; este fin de semana estará lleno de últimas funciones. La obra que cerrará el ciclo de despedida, es decir, la última que se interpretará sobre el emblemático escenario de Zamora 7, será El bien del país. Una obra que habla, precisamente, del poder transformador del teatro. No hay casualidad en ello, es el último mensaje que nos quiere dejar el Foro: el teatro nos cambia, el teatro transforma, el teatro nos hace mejores como individuos y como sociedad, es decir, el teatro es fundamental.

Hace unos días, Itari Marta, directora del Foro Shakespeare, señaló en una transmisión en vivo a través de Facebook; “cuando cierras un teatro, cierras un bosque, cierras la posibilidad de creación, de invención de cosas nuevas. Sobre todo en un país como este, que está lleno de violencia y de injusticia y de indiferencia. Pues este es un oasis en donde la gente, el público puede venir a sensibilizarse, a ser más humano, a escucharnos unos a otros, a dialogar”.

Es cierto, cerrar un teatro es cerrar un espacio vivo. Cerrar un teatro es dejar sin hogar a las personas que trabajan en él (en el caso del Shakespeare a 48 trabajadores de planta y 2,100 eventuales al año), pero también al público. Porque en el Foro Shakespeare las historias suceden sobre el escenario y fuera de él, es como un circo de tres pistas donde mil cosas pasan simultáneamente. ¿Cuántos amores y separaciones se dieron en sus espacios? ¿Cuántas experiencias nuevas? ¿Cuántas amistades se forjaron o se fortalecieron en una ida al teatro o tomando un trago en el Café Lorenzo? ¿Cuántos descubrimientos? ¿Cuántos proyectos -no solamente teatrales- nacieron ahí?

El cierre del Shakespeare es perder un lugar entrañable. Porque uno, el público, va construyendo su vida en espacios que adopta como suyos. Plazas, restaurantes, bares y teatros – entre otros muchos espacios -, se vuelven parte de nuestros días, de nuestras historias. Están ahí para recibirnos cuando decidamos acudir a ellos; a partir del lunes, el Foro Shakespeare, como en el poema El futuro de Cortázar, sabremos bien que no estará.

El Foro entrará en la lista de lugares que alguna vez fueron en esta ciudad. Esos lugares que marcaron a una o más generaciones. Espacios que vamos guardando en la memoria como fotografías en un armario, que van cambiando de color con el paso del tiempo y reconstruimos con retazos de recuerdos. Esos lugares que fueron parte de la fisionomía de una ciudad que cambia a pasos acelerados, que nunca deja de cambiar.

Pero el Foro Shakespeare no muere, no desaparece, se transforma. Como una especie de misioneros teatrales, las producciones del Foro y su gente irán de escenario en escenario de esta ciudad ,y por qué no, de toda la República. Su itinerancia será una especie de advertencia y protesta contra el cierre de espacios para la cultura y el arte. Será, como escribiera Antonin Artaud en el prefacio de El teatro y su doble, una protesta “contra la idea aislante que se tiene de la cultura, como si existiera la cultura de un lado y la vida del otro; como si la verdadera cultura no fuera más que un medio refinado de comprender y ejercer la vida”.

El Foro Shakespeare no es un espacio físico, el Foro Shakespeare está conformado por  las personas y las historias que lo han hecho posible. El Shakespeare es un espacio en el corazón de todos los que disfrutamos, reímos y lloramos en él con sus montajes. Es un espacio en la memoria de esta ciudad. Para nosotros, en Cartelera de Teatro, son ellos el activo más importante del Foro; ello hace casi siete años fueron de los primeros en recibirnos con los brazos abiertos cuando arrancaba nuestro sitio. Desde entonces, han sido aliados y partícipes fundamentales en muchos de nuestros proyectos.

La mejor manera de despedir al Foro Shakespeare es abarrotarlo, llenar cada una de las funciones que se realizarán este fin de semana, entre las cuales están La mordida, El bien del país, Guerra y Stand Up Bar Comedy . Despedir con nuestra presencia este emblemático y entrañable lugar.

Mil gracias al Foro, a su gente – que han sido amigos y cómplices-, a Héctor Fuentes y Esther Grinberg por dale vida, a Itari Marta y Bruno Bichir por su terquedad y entrega, a todos quienes pisaron su escenario. Mucha mierda en ese futuro que se abre en el horizonte, el cuál sabemos estará lleno de proyectos y en el cual contarán con nuestro apoyo y, estamos seguros, con el apoyo irrestricto de la comunidad teatral de este país.

¡Hasta siempre Foro Shakespeare!

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