Tres miradas, tres visiones, tres universos alrededor de la sombra han sido reunidos dentro de una trilogía coreográfica que sumergirá al espectador en diferentes estados emocionales del 6 al 9 de diciembre, a las 18 horas en La Caja de la Ex Esmeralda San Fernando 14, Colonia Guerrero.

Umbría es el título de esta propuesta pensada para una sola intérprete, la maestra Eugenia Vargas, fundadora y directora del Laboratorio Escénico Danza Teatro.

La maestra Vargas explica que Umbría es un proyecto intercultural dirigido por ella donde convergen tres coreógrafos de diferentes generaciones para trabajar sobre el tema de la sombra. Uno de los artistas invitados fue Yukio Waguri (fallecido en 2017 en Japón), bailarín, maestro y coreógrafo de la segunda generación del butoh y principal discípulo de Tatsumi Hijikata. El otro creador es Tadashi Endo, bailarín, actor, maestro y coreógrafo, discípulo de Kazuo Ohno. Y la tercera es la propia Eugenia Vargas, bailarina, maestra y coreógrafa mexicana.

“Los tres construimos nuestra propia pieza para conformar una trilogía donde yo, como intérprete, dispongo de mi cuerpo y sensibilidad para dar luz a los diferentes rostros de la sombra. La propuesta es invitación a adentrarse al mundo de la sombra a través de un personaje femenino que transita por diferentes estados, donde la melancolía, la locura, la soledad, aparecen de una u otra forma a lo largo de la obra”.

Sobre la coreografía de Tadashi Endo, la bailarina explica que el japonés indaga en la expresión del cuerpo como insecto nocturno para luego asomarse a la nostalgia de una mujer que teje con la red su velo y su tumba.

Por lo que se refiere a la coreografía de Yukio Waguri, utilizando el método Butoh Fu, el coreógrafo japonés se basó en el personaje de Ofelia para crear el mundo de una mujer amenazada por la sombra de la soledad, la melancolía y la locura, tomando inspiración, también, en la obra de Francis Bacon, Paul Delvaux y Hans Bellmer.

Sobre su propia propuesta, Vargas comenta que el punto de partida provino de los extraños casos de los “partos velados”, donde el bebé nace envuelto por el saco amniótico y para salir a la vida debe “nacer dos veces”: “Llegar al mundo con la bolsa intacta, tal cual estuvimos en el vientre materno es un símbolo profundo porque no es suficiente nacer una vez sino es necesario hacerlo una y mil veces para mantenerse en vida, abrazando la incertidumbre y el abismo que nos contiene”.

Quien es considerada una de las principales promotoras de la danza butoh en México se dice entusiasmada de presentar esta trilogía porque coincide con una celebración simbólica para ella:

“Este proyecto fue detonado por la necesidad de celebrar y agradecer mis 50 años de vida, danzando. Cincuenta años donde el cuerpo – en su extensión y profundidad – experimenta un cambio palpable. Y en esta encrucijada, la sombra apareció como un tema que me ha acompañado a lo largo de mi existencia”.

Se muestra más que agradecida de que esta celebración sea posible con la colaboración de los dos coreógrafos japoneses porque son artistas que ella admira y respeta, y se siente privilegiada de que ambos compusieran con y a través de su cuerpo una propuesta personal, resultando así una trilogía sobre la sombra. Además, este trabajo abre una nueva etapa de investigación en ella como solista, marcando una diferencia con los trabajos realizados en colectivo.

Finalmente, sobre lo que buscan compartir con el público a través de Umbría, la maestra Vargas expone: “Se trata de una ofrenda, de una celebración de vida donde la sombra es el espacio que hace posible el florecimiento de la luz”.

Con información  de la Coordinación Nacional de Danza

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