EL HILADOR: El amor debe superarlo todo ¿incluso a la muerte?

Fotos: Roberto Sosa

Por Roberto Sosa/ Entretejer el amor sin lastimar a nadie sería una utopía. Amar duele y lastima no sólo a los protagonistas, los perjuicios permean y son adyacentes. El romance entre Elena y Quirón nace en su temprana infancia y crece con el tiempo. Sólo que tienen un inconveniente, para poder estar juntos alguien debe morir. El daño colateral es inevitable, su amor debe superarlo todo ¿incluso a la muerte…?

Había una vez…un hombre que se dedicaba a la luz, ése era el padre de Elena, un vendedor de velas que alumbraban las casas, ella disfrutaba las cosas luminosas. El destino de Quirón fue distinto, desde niño, por siempre y por toda la eternidad se convirtió en asistente personal de la muerte, cada vez que alguien moría, él la acompañaba, le manejaba su auto deportivo. Su historia inicia cuando el padre de ella fallece.

De Paula Zelaya Cervantes, El hilador es una historia de amor que se entrelaza desde la comedia y el humor negro. El eje dramático es en torno a la muerte y su inexorable figura como parte de la vida; los personajes transitan entre la ficción y la realidad; el relato es oscuro y luminoso. Con el amor como protagonista, Zelaya Cervantes ancla su texto entre la utopía y el realismo. La parábola pondera la omnipresencia de la muerte.

La dirección es también de Paula Zelaya, es su ópera prima, y siendo ella la autora visualiza sobre el escenario lo que en su escritura expresa. Su labor es acertada al empatar criterios entre producción y la creación de la puesta en escena. En su mayor parte el cuento es sombrío, sin embargo lo hace ver optimista y radiante. Su mirada joven se ve reflejada sobre el escenario.

El hilador ha sido acreedor a diversos reconocimientos, en 2015 fue finalista del premio Mejor Obra Nueva del Playwright´s Theatre m Centre de Vancouver, Canadá. En 2016 el texto –datos del boletín de prensa- fue elegido para formar parte de la Selección Internacional del Festival Fringe de Vancouver. El Hilador resultó la obra más exitosa del Festival, por lo cual se le otorgó el Georgia Straight Critics´ Choise Award y el Volunteers´ Choise Award como Mejor Obra.

En las actuaciones están Ana González Bello (Elena), Evan Reguera (Quirón) y Marcos Radosh (Muerte), su trabajo es excepcional, desde la entelequia construyen sus personajes como si los hubieran extraído de un cuento para después habitar el escenario teatral. Radosh se mueve como si flotará en el aire, esto abre más la imaginación del espectador. Ana y Evan están exactos, desarrollan su trabajo desde lo corporal y emocional para transmitir al público ideas y sensaciones.

El diseño en la escenografía (Sergio Villegas) nos transporta a un universo inexistente, y a si mismo real. Los materiales, los tonos y el trazo escénico están totalmente acordes con el relato. La iluminación (Matías Gorlero), vestuario (Sara Salomón) y música original (Iker Madrid) se abrazan de igual forma con la historia. Relevante el trabajo en todos sentidos. La producción es de Jimena Saltiel.

El hilador no busca la reflexión, ni refleja el contexto social que vivimos, ni es teatro para arrancarse la piel. ¿Por qué no una obra que nos haga imaginar y viajar entre los planos de la realidad y la fantasía…? En el teatro todo es posible y todo cabe. En los tiempos furiosos que hoy vivimos, la puesta en escena nos devuelve la ilusión, la sonrisa y las ganas de creer.

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