Luego de 38 años se volverá a escenificar en México la versión en italiano de 1884, en cuatro actos. La ópera-concierto se llevará a cabo en el Teatro de las Artes, el jueves 30 de agosto y domingo 2 de septiembre, con dirección musical a cargo de Alfredo Domínguez y la participación del Coro del Conservatorio Nacional de Música.
El Centro Nacional de las Artes (Cenart) presentara dos únicas funciones de la ópera-concierto a dos pianos Don Carlo, una de las partituras más geniales de Giuseppe Verdi (1813-1901) por su meticulosa y perfecta elaboración musical, consistencia dramática y fascinantes melodías. Se escenificará la versión en italiano de 1884, en cuatro actos, con la participación del Coro del Conservatorio Nacional de Música, dirigido por David Arontes; los pianistas Giovanni Paolillo y Eduardo De Santiago, la dirección musical de Alfredo Domínguez y el montaje escénico e iluminación de César Piña.
La acción transcurre en España en la década de 1560. Se ha firmado la paz con Francia luego del compromiso matrimonial entre don Carlos, heredero del trono español, e Isabel de Valois, hija de Enrique II de Francia. Tras intercambiar sus retratos, ellos se enamoraron en una cacería en Fontainebleau; pero el padre de Carlos, Felipe II, viudo de María Tudor, decide casarse él mismo con Isabel. A fin de consolidar la paz, la princesa cede a los ruegos del pueblo y acepta la petición del que sería su suegro, para desconsuelo del infante.
A estos personajes darán vida los tenores José Luis Ordoñez y Gilberto Amaro, la soprano Bertha Granados, el barítono Ricardo López, la mezzosoprano Amelia Sierra, los bajos José Luis Reynoso y Charles Oppenheim, así como el bajo-barítono Rodrigo Urrutia.
El investigador musical José Octavio Sosa explica que Don Carlo es una ópera en cinco actos con libreto original en francés de François-Joseph Mery y Camille Du Locle, basado en la obra homónima de Friedrich Schiller (1759-1805), comisionada por la Ópera Imperial de París como parte los festejos de la Gran Exposición Universal de 1867. Para esta, su vigésimo tercera ópera, Verdi eligió un sombrío episodio de la historia española inspirado en el drama de Federico Schiller sobre el hijo de Felipe II, Don Carlos, infante de España (1788), pieza teatral que alcanzó enormes repercusiones en el ámbito político de la época por su defensa del derecho de los pueblos a la libertad, y cuya publicación estuvo prohibida muchos años en diversos países europeos.
Concebida como grand opéra, en cinco actos, un ballet y tres grandes escenas corales, obtuvo un frío recibimiento del público y la crítica en su estreno mundial, el 11 de marzo de 1867 en París. Para su estreno en Italia, en octubre del mismo año, Verdi mandó traducir el libreto a A. de Lauzièrs y A. Sanardini, la redujo a cuatro actos y suprimió el ballet y un buen número de escenas. Pero conforme diversas ciudades se aprestaban a montar la nueva ópera, autorizaba más modificaciones, a veces volviendo a la versión en cinco actos, otras cambiando el final de algunos de ellos o reinsertando el ballet; de ahí que existan al menos siete versiones diferentes, denominadas según la ciudad donde se escenificó por vez primera.
Sin embargo, durante 1882 e inicios de 1883 el compositor hizo una profunda revisión de la partitura, la cual fue estrenada en el Teatro de La Scala de Milán el 10 de enero de 1884, con el célebre tenor Francesco Tamagno en el papel titular. Desde entonces fue la versión utilizada en la mayoría de los teatros durante casi todo el siglo XX, aunque después se volvió a la versión de cinco actos y esporádicamente a la original francesa, pero fue la milanesa, en cuatro actos y en italiano, la que se estrenó en México en 1886, y también la elegida para esta presentación.
“Hubieron de transcurrir 75 años (agosto 22 y 26 de 1961) para que se volviera a representar esta ópera, teniendo como escenario el Palacio de Bellas Artes con un elenco digno de cualquier teatro del mundo: Umberto Borsò, Margherita Roberti, Manuel Ausensi, Cesare Siepi, Oralia Domínguez, Nicola Moscona y Guadalupe Pérez Arias, dirigidos por Anton Guadagno y escénicamente por Carlos Díaz Du-Pond, con producción de Antonio López Mancera. Tres años después la misma dupla empresarial presentó esta ópera (octubre 17 y 20 de 1964), con Carlo Cossutta, Rosa Rimoch, Manuel Ausensi, Nicolai Ghiaurov, Nell Rankin y William Wilderman, bajo la batuta de Luis Herrera de la Fuente y puesta en escena de Tito Capobianco. En ambos montajes la orquesta fue la Sinfónica Nacional.
“En 1980 (junio 27 y 29), otra vez la Sinfónica Nacional, dirigida por Sergio Cárdenas, ofreció Don Carlo en forma de concierto, con una interpretación irreprochable de Alfonso Orozco, Rosario Andrade, Roberto Bañuelas, el bajo Malcom Smith, Eva Dobrowska, Ricardo Gálvez y Lourdes Ambriz, con el Coro Convivium Musicum de Erika Kubacsek. A 38 años de distancia celebramos que hoy un grupo de destacados y entusiastas artistas revivan la partitura bajo la modalidad de ópera-concierto y en su versión milanesa, que ahora utilizará una reducción especial para dos pianos, y que así el público mexicano disfrute de una de las más espléndidas creaciones operísticas de Verdi”, señala José Octavio Sosa.
Las funciones de Don Carlo se llevarán a cabo en el Teatro de las Artes el jueves 30 de agosto, a las 20:00 horas; y el domingo 2 de septiembre, a las 17:00 horas, con localidades de $100. Una hora antes de cada función, Francisco Méndez Padilla, coordinador general de esta producción y director general del Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, ofrecerá una charla introductoria sobre esta pieza de Verdi, en el Aula Magna José Vasconcelos del Cenart. La entrada a dicha plática será libre.
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