Por Roberto Sosa/ Desfase o diferencia de época, el espacio no cambia, la materia no se transforma, el tiempo sí. En la física cuántica y en el espacio teatral el tiempo se transmuta, se vuelve flexible; hoy es el futuro de ayer. Henry está en un tiempo subsiguiente, próximo, su otro yo –más joven- está en el presente, de esta forma él puede ver a Michelle, el amor de su vida.
En un cuadrado se mueven los personajes, contenidos en un espacio reducido; un plano luminoso los divide, una berrera que no pueden traspasar: el tiempo. Desde el futuro, a través de una esfera, él encuentra la forma de comunicarse con ella. El joven Henry es el hilo que une a los amantes en diferentes dimensiones; es así que la previene y la salva de su propio destino, no obstante, con esto puede provocar catástrofes que signifiquen la vida a miles de personas.
Destiempo desde la ficción, nos transporta en el tiempo –que es relativo- a través de una historia de amor. Él habita el futuro, ella el presente; Henry sabe lo que sucedió en el planeta, qué pasó con sus recursos, con el agua, con los mares… y con los seres humanos. Ella en el presente, sólo escucha su voz, sabe que lo ama; desea verlo, tocarlo… El teatro es fábula y sobre escenario el tiempo es pasado, presente o futuro; en la entelequia del espectador todo puede suceder.
La autoría es de Daniel de la O, es un texto que vuela en el tiempo y en la imaginación; lo conforma con tres personajes. Une dos universos paralelos en dos planos distintos, a través de un elemento que quizá sea nuestra única esperanza: el amor. El amor que desde esta perspectiva traspasa fronteras en el tiempo-espacio.
Juan Carrillo dirige con talento, aborda el relato y lo expresa con elementos geométricos –un cuadrado, una esfera y un rectángulo- y enfatiza el discurso con luz, elemento esencial en la física, en la teoría de la relatividad para viajar en el tiempo. El plano luminoso que separa y divide la historia y a los personajes, es semejante a la dimensión que separa el presente del futuro, un muro, un punto en el tiempo. El trazo escénico es un “espejo” con el público en dos frentes.
Las actuaciones son de Horacio F. Lazo (Henry), Paulina Soto (Michelle) y Homero Fernández Segura (Henry joven). Su trabajo es preciso y profesional, el público concreta que son una pareja que sin verse ni tocarse, se aman. Construyen personajes ficticios que el viven en la distancia del tiempo-espacio. Hay empatía entre ambos y con el joven actor, que sin hablar, tiene un papel fundamental en el texto.
El diseño de escenografía e iluminación es de Félix Arroyo; vestuario de Giselle Sandiel; y musicalización de Jorge Valdivia. Producción general Cuernos de la Luna, Paulina Soto y Horacio F. Lazo.
Destiempo se presenta en esta temporada en el Teatro El Milagro hasta el 9 de mayo. Consulta precios y horarios de la obra, aquí.
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