Por Mariana Mijares, Fotos Itzel Navarrete (Cortesía Producción)/ ¿Qué nos hace ‘buenas personas’? ¿Nuestra actitud, nuestras acciones? ¿Estamos condenados a que las ‘malas’ decisiones que tomamos en el pasado nos persigan el resto de nuestra vida? Estos son algunos de los planteamientos de Buenas Personas, texto original de David Lindsay-Abaire nominado al Tony como Mejor Obra y que le dio a Frances McDormand su primer Tony y su segundo Drama Desk Award.

La obra en México está dirigida por Diego del Río, quien co-adaptó el texto junto a Paula Zelaya, y eligió como elenco a Arcelia Ramírez, Odiseo Bichir, Concepción Márquez, Cuauhtli Jiménez, Montserrat Marañón y Fabrina Melón. Platicamos con el director y con dos de sus actrices sobre el montaje que se presenta de viernes a domingo en el Teatro Milán.

Montserrat Marañón y Fabrina Melón:

¿Cómo fue coincidir con Diego del Río?

Fabrina Melón: Esta es la primera vez que trabajo con Diego sobre el escenario. Es un encuentro muy afortunado para mí porque Diego me abrió las puertas del realismo con una maestría muy peculiar. Hasta ahora, mi trabajo se había desarrollado en un contexto más experimental y he sido feliz de poder explorar otros aspectos del trabajo en escena.

¿Cómo describirían su proceso de ensayos?

Fabrina: Fue un proceso vertiginoso; realmente el tiempo era poco pero el compromiso total. Eso fue la clave para arribar a un montaje limpio, preciso y honesto, sin pretensiones. Disfruté cada día viendo cómo se dibujaban los personajes de Buenas Personas.

Montserrat Marañón: El proceso con Diego fue vertiginoso; requeríamos analizar, memorizar, interpretar y proponer, todo al mismo tiempo. Por eso el equipo de trabajo se hizo muy sólido y dispuesto. Lo rico del proceso es que ahora vemos el resultado, y aunque al principio trabajamos con todos los elementos y el tiempo en contra, la dirección de Diego nos llevó a buen puerto sin casi darnos cuenta.

¿Qué les atrajo al leer por primera vez Buenas Personas?

Fabrina: Diego me invitó al proyecto desde el inicio y él me lo mandó. No lo conocía. La traducción y adaptación que realizaron Diego y sus colaboradoras es fantástica y me atrapó de inmediato en la primera lectura.

Montserrat: Me pareció un texto muy vigente y muy necesario para nuestra sociedad. Me conmueve profundamente el personaje de ‘Magos’ y la relación de solidaridad que se muestra entre ella y ‘Jenny’. Es un texto doloroso, que no deja cabos sueltos y que cada ensayo y cada lectura hacía que me surgieran mil preguntas y emociones. Es un texto vivo y muy conmovedor.

Fabrina, Tu personaje es un gran ejemplo de alguien que no juzga, sino que busca entender al otro, ¿qué te inspiró a construirlo?

Fabrina: La empatía que siente ‘Évelyne’ frente al desamparo de Margarita; su humor y generosidad me llamaron la atención.

Hablando de generosidad, ¿crees que sea posible amar a alguien en el presente sin tomar en cuenta las ‘malas acciones’ que cometió en el pasado?

Fabrina: Creo que sí; se puede amar alguien en el presente dejando atrás su pasado y acciones respectivas. Siempre existe la posibilidad de renovarse; requiere de determinación y disciplina pero sí.

El ser humano ha evolucionado y seguirá evolucionando a través de la reflexión y corrección de errores pasados, ¿Qué haríamos sin esta libertad y este libre albedrío?En contraparte, Montserrat, podría pensarse que tu personaje: Jenny, es un relief cómico, ¿qué elementos te ayudaron a construirlo? ¿Tuviste algunos referentes?

Montserrat: La verdad nunca pensé en Jenny a partir de la comedia. Para mí siempre fue más importante mostrar la sororidad entre ella y Magos. La situación era cómica sí, pero nunca se planteó para generar risas. Busqué interpretar un personaje de barrio sin clichés, de manera muy realista y debo confesar que siempre me dio pánico pasarme de la raya… Mis referentes fueron gente de barrio, chavas que juegan bingo, gente real.

¿Qué consideran que hace a alguien ‘una buena persona’?

Montserrat: Para mí, ser buena persona consiste 100% en la intención, tomar decisiones y actuar con una mente sana que busque el bienestar personal sin lastimar a la comunidad.

Fabrina: La más difícil de las preguntas… Cada quien hace lo mejor que puede desde su perspectiva, ¿y cómo pedirle más? ¿No será que cada quien tiene razón? Es una gran pregunta. Queremos ser buenas personas, y a veces la intención de serlo es suficiente porque así podremos aportar algo bueno a este mundo y hacer de él, ¡un mejor mundo!

Todos tenemos matices y no somos ni totalmente buenos, ni totalmente malos; ¿cuál es, para ti Montserrat, el mensaje o enseñanza de esta obra?

Montserrat: El mensaje de este texto para mí es la dualidad del ser humano; lo complejos que somos. La importancia de mostrar gratitud. Y la reflexión de cómo somos capaces de emitir juicios ante realidades que nos son tan ajenas.

¿Por qué les gustaría que el público vaya a ver Buenas Personas?

Fabrina: El público entrará de una manera y saldrá de otra: conmovido, reflexivo, cuestionándose. ¡Son muchos los motivos para ver Buenas Personas! ¡Que no se queden con la duda, y vaya al Teatro Milán!

Diego del Río:

¿Cómo llegaste a este texto, viste anteriormente Good People?

Diego del Río: No, nunca la había visto. Me gustó muchísimo desde que la leí, y la empecé a traducir con Milena Pezzi, hace seis años. Hubo un intento, iba a haber una producción, pero se canceló antes de que empezáramos los ensayos. Siempre se quedó en mi cabeza este texto.

¿Tenías los derechos?

Diego: En ese momento tenía los derechos; pero siempre hubo un deseo de hacerla, y entonces cuando Daniel Delgado y Carlos Vidaurri me preguntan que qué texto hacíamos ahora; yo les propuse éste. Platicando decidimos hacer una adaptación a México, y pues aquí estamos…

¿Cómo fue el proceso para adaptarla a México, a Ecatepec, y en el que integraste a Paula Zelaya?

Diego: Sí, pues fue por una necesidad de que la historia fuera más cercana al público de México. Creo que el tema es muy pertinente para la realidad de este país, y me parecía que era una obra que, a diferencia del Zoológico de cristal, podía darse el permiso de entrar a un proceso así de rudo de adaptación: a una idiosincrasia absolutamente diferente, con el afán de conectar de forma mucho más contundente con el espectador.

¿Dónde ocurre originalmente?

Diego: En Boston, sucede en un barrio de Boston, una zona de una clase trabajadora; y pues hicimos todo ese trabajo de adaptación Paula y yo, que creo que logró cuajar muy bien. El espectador verá entonces una historia que le pertenece y le compete más.

Eres un director muy activo y que obviamente ha trabajado con varios actores, ¿cómo elegiste a este elenco?

Diego: Con Odiseo y con Conchita ya había trabajado, con Conchita es mi cuarta obra. Con Odiseo ya había hecho La gaviota; y en el caso de los demás… a Montse, conozco muchísimo su trabajo y me encanta, y pues estaba esperando un personaje para ofrecerle; me moría de ganas de trabajar con ella. Cuautli igual, lo conozco desde hace muchos años, pero nunca habíamos trabajado. Lo admiro mucho, creo que es un actor increíble y ahora conociéndolo, su rigor, su entrega es maravillosa. Fabrina, pues nos conocemos desde hace muchos años porque ella trabaja en Teatro de Ciertos Habitantes, con Claudio Valdés Kuri; yo trabajé con ellos hace nueve o diez años, ahí nos conocimos.

Y ahorita para este personaje ella fue ideal. En la adaptación yo tomé la decisión de que el personaje fuera una mujer francesa, ya nacionalizada mexicana, hija de diplomáticos, también pensando en el perfil de Fabrina, específicamente.

Y Arcelia, bueno obviamente es una actriz muy importante, pero yo la primera vez que la vi fue en Clausura del amor. Desde ahí me enamoré de su trabajo y después la invité a Las tres hermanas, que vamos a hacer en diciembre de este año…

¿Qué es lo que más te gusta del trabajo de Arcelia?

Lo que más me gusta es lo real que hace a ‘Magos’, porque es muy difícil lo que ella hace: el acento del barrio, sin caricaturizar, y creo que es una actuación tan natural y tan realista que un poco pone el tono de todo. Me ha encantado trabajar con Arcelia, ha sido increíble porque es una actriz muy generosa.

Decías en alguna entrevista que este proceso fue muy amoroso, ¿en qué sentido?

Diego: Pues el tiempo, ¿no? O sea, imagínate desde hace seis años, a mí me gusta muchísimo este texto y, hoy por ejemplo fue una función bien interesante porque se rieron muchísimo, así pasa a veces. Pero es una obra dura, una obra divertida, muy entretenida, pero a la vez dolorosa…

Además de un buen reflejo de las diferencias entre clases sociales…

Diego: Sí. Es una brecha muy fuerte la que hay en nuestro país. Nosotros vivimos en una posibilidad increíble de hacer lo que queremos, trabajar en lo que queremos, tener posibilidades de viajar, de ver teatro, de leer un libro, tener acceso al cine, a la música, todo eso que nos construye. Pero hay gente que no puede, no es tan fácil.

Habrá casos de todo, pero también existe la suerte, y es ingrata a veces, o grata -dependiendo de cómo lo mires- y nunca es absoluta como en el personaje de Margarita; ella también se siente afortunada frente a su amiga que se murió en la banqueta… Siempre hay para arriba y hay para abajo; pero para mí es un texto, en ese sentido, conmovedor.

Una de las cosas que me gusta de esta obra es que te hace reflexionar; sobre las cosas que nos hacen buenas o malas persona. Porque somos muy duales, a veces hacemos cosas buenas, otras no tanto… ¿Tenían ese tipo de reflexiones durante el proceso del montaje?

Diego: Exacto, porque creo que no existe una buena persona o una mala persona nada más. Por ejemplo el personaje que hace Odiseo: ‘Miguel’, estrictamente es una buena persona; es un padre de familia que seguramente es responsable, tiene un trabajo, es impecable, es un doctor justo, hace trabajo pro bono, dona dinero a los niños de una fundación; digo, tiene sus errores y ha cometido sus errores en el matrimonio y seguramente en la vida, pero está trabajando por ser bueno. Pero ¿qué es ser buena persona?, ¿qué te hace una buena persona? Eso no necesariamente te hace una buena persona.

Aquí la obra creo que lo que hace es que pone un poco una lupa que te hace ponerte adentro de las situaciones para saber por qué tal o tal persona actúa como actúa. Margarita, si la miras de fuera nada más, podrías decir que es cruel, culera, egoísta, oportunista; y sí lo es, pero si la miras de cerca te das cuenta de dónde viene y que no nada más eso es lo que la hace una mala persona.

Creo que el autor es muy inteligente porque no hace un juicio moral de ninguno de los personajes, todos en realidad son personas y dentro de esa categoría tenemos esa dualidad de la que tú hablas, y a mí eso me interesaba del texto. También me interesa que no pone como víctima a Margarita, y creo que por eso es una protagonista; porque no es la víctima de las circunstancias, ni nunca se ve a sí misma como víctima, ella sólo quiere un trabajo. Es una mujer que vive, que trabaja y que sale adelante. Obviamente también es orgullosa y también tiene una soberbia; pero eso me gusta porque entonces la obra no cae en un melodrama, aunque el final es muy chejoviano, como la vida…

Nada es tan importante, ni nada es tan definitivo y todo pasa; así es, es un poco fuerte pero es así. ¿Y qué va a pasar después? Pues no sabemos y no importa; eso en realidad es un poco de lo que habla la obra.

Y finalmente, ¿por qué te gustaría que el público venga a ver Buenas Personas?

Diego: Porque es una historia que sí te deja con una mirada más empática del otro. Creo que sales pensando en que a veces soltamos calificativos muy fácil: “Ay qué buena gente”, “qué grosera “, “qué mala persona” y pues en realidad no sabemos, ¿no?

Esta obra te hace detenerte tantito y decir, ¿sí seguro o no tan seguro? Eso me gusta. ¿Y por qué? Porque la verdad estoy muy orgulloso de estos actores; me conmueve mucho verlos aquí, haciendo este trabajo y esta historia que es importante para México. Mucha gente en el estreno me decía “Es que sí parece algo mexicano, parece que lo escribió un mexicano”. Definitivamente hace seis años no era el momento, y ahorita lo es. Todo, como en el teatro, encuentra su momento y su tiempo…

¿Quieres ver Buenas Personas? Obtén aquí un descuento aquí.

No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.