Por Ro Tierno/ La obra escrita por Adela Jalife que dirige Ana Francis Mor, comienza su segunda temporada en el Teatro Milán, luego su gran éxito en el Foro Shakespeare.
Eva Liliana, es una psicóloga de clase acomodada, que planea un final algo trágico para su vida: suicidarse. Después de sentir la soledad, su vida parece no tener sentido, ni las metas profesionales que ha logrado, ni sus pacientes, nada. En medio e esta crisis, algunos eventos algo tontos le impedirán que realice su cometido, y así, en medio de disparos al olvido, caerá del cielo su Dios creador: Diego Armando.
Interpretada por Gabriela de la Garza, Pedro Kóminik, Muriel Ricard, Laura de Ita, Natalia Sosa y la incorporación de Adriana Larrañaga, en lugar de Daniela Schmidt, llega este musical al Teatro Milán de la Colonia Juárez, para recordarnos por qué tener expectativas de felicidad nunca da buenos resultados.
En este escenario más grande, la propuesta es la misma, aunque se nota la contundencia y lo fuerte de una puesta que ha crecido a través de las funciones.
Aunque el elenco no pretende colocar esta obra como feminista o de género, sino más bien en el plano existencial de cualquier ser humano, la propuesta sin dudas refleja varias jaulas a las que muchas mujeres están sometidas, y que sin duda saldrán de la función con algunas preguntas en su cuaderno. Más allá de eso, se invita al público a reflexionare sobre estos parámetros de ‘felicidad’, impuestos por por un sistema de publicidad que solo pretende alcanzar picos de consumo, en definitiva, un invento más del sistema capitalista.
Consígueme una vida estará hasta el 9 de diciembre, todos los fines de semana en el Teatro Milán. Para m´sa información aquí.
