Fotos: Roberto Sosa
Por Roberto Sosa/ Antonio y Cleopatra. Versión y dirección de Gutemberg Brito a partir de la tragedia histórica de William Shakespeare. La obra se presenta desde una visión cimentada en el sexo y el erotismo, pilares para el desarrollo de la historia.
El sexo, el poder y el dinero son la analogía del triunvirato (el nombre surgió en la antigua Roma en el siglo 1 A.C.) formado por Marco Antonio, Octavio César y Lépido. Marco Antonio olvida sus deberes como soldado después de ser seducido por la reina de Egipto, Cleopatra.
Elenco numeroso, desnudos totales y parciales, mucho erotismo, sin embargo el talento no está presente en todos los participantes. Las actuaciones no están niveladas. El nutrido reparto no logra compactar su labor actoral sobre el escenario; la propuesta es buena, no obstante se nota que a los actores les faltó trabajar más a los personajes.
Actúan: Adriana Ríos, Christian Diez, José Antonio Becerril, Eduner Ferrer, Tania Cabagne, Rafael Valverde, Mariano Linares, Huematzin Rossell, Adrian Medina, Karel Hartz, Alejandra Peñafiel, Melisa Villareal, Jheraldy Palencia y Josué Aguilar. Vestuario, Anabel Ortega; Iluminación Alejandra Escobedo
Epicena o la mujer silenciosa. Epicena es una joven con fama de permanecer callada, “virtud” que atrae a Moroso, un viejo que no tolera el ruido, amante del silencio. Moroso ha desheredado a su sobrino Delfín, quien lo hace centro de burlas y engaños, la más cruel es la boda arreglada que le tiene con Epicena. Sin conocer la verdad, el viejo piensa en la vida silente que disfrutará a lado de la joven. En nombre de ella es la vuelta de tuerca que devela el enredo.
La obra se articula desde la comedia y la farsa. El mecanismo del engaño es la vía por donde se mueven los personajes y la herencia del viejo el hilo conductor. La historia es simple, se llena de personajes pintorescos y escenas hilarantes. La sátira descubre costumbres ridículas y modismos disparatados. Es teatro desmesurado, desvergonzado que no requiere más que un buen elenco y esta lo obra lo tiene.
La adaptación y dirección es de Fabiola Huízar, sobre la obra original Epicoene, or the silent woman de Ben Johonson (Westminster 1572- Londres 1637), dramaturgo, poeta y actor inglés del Renacimiento.
Elenco: Emmanuel Pool (contratenor), Carlos Orozco, Huematzin Rossell, Valerio Vázquez, Gastón Melo, David Guevara, Karim Torres, Rodolfo Jacuinde, Carlos López, Simona Chirinos, Avelina Correa, Tania González-Jordán. Músicos: Emiliano Tello y Arturo Portugal. Escenografía e Iluminación, Hamlet Casas; Vestuario y maquillaje, Anabel Ortega.
La fierecilla de Padua. De Heini Hölsenbaud basado en La fierecilla domada de William Shakespeare, con textos de Hito Steyerl y Pablo Helguera.
La obra toma en principio el carácter díscolo y malhumorado de la protagonista. El espectáculo se articula con performance a partir de una estética contemporánea y vanguardista. El principio del performance es el arte en vivo que improvisa, provoca y asombra. Y si entendemos la estética como una rama de la filosofía del arte, nos encontramos ante una obra interesante.
K y Bian son hermanas, las dos son artistas, ambas deciden presentar un espectáculo vanguardista en la galería de Padua, su padre. En esta “galería” el espectador puede apreciar la estética -sólo lo bello, como un juicio que no tiene nada que ver con el arte- de los objetos y sujetos. En los muros y en el piso se manifiestan las técnicas y las dicciones artísticas; expresionistas o surrealistas, y como toda expresión artística, es subjetivo. Cuentan con el apoyo de otras performers que se mezclan entre los asistentes.
La dirección es de Adrián Asdrúbal Galindo Vega. Reparto: Marimar Náder Riloba, Minah Cerviño, Huematzin Rosell, Geovana Moo Caamal, Sandra Gamboa y Mayela Hernández. Asesoría en dirección, Martín Acosta. Iluminación, Sara Alacantar; diseño de espacio Sergio Écatl.
Ricardo Ricardo rra rra rra! Versión a partir de Ricardo III de William Shakespeare. La obra es una gran metáfora del personaje shakesperiano con nuestra clase política y con la apatía del pueblo de México ante la situación que atraviesa el país. El Ricardo que le habla al público está vigente; es perverso, ambicioso, traidor y asesino. No es un personaje ficticio, es real y gobernó México.
En el escenario aparece un personaje harapiento: “he sido creado con los despojos de Ricardo”, el sujeto emerge como un espectro que forma parte de un discurso que intenta movernos la conciencia. Y eso es lo que intenta la obra, sacudirles la conciencia a los asistentes, al pueblo: “Se es o no se es un Ricardo”. Se es o no un pueblo sometido.
De Berta Soni, la obra contó con las actuaciones de Alejandro Piedras, Axel García, Efrén García Aguilar, Saúl Calzada, Miranda Rinaldi, Daniel Oropeza, Carlso Kapisztran y Dietrich Martens, bajo la dirección de Adbeel Benhumea.
Faltan por presentarse: “King”, adaptación y dirección de Daniel de la O sobre “El rey Lear” de William Shakespeare, los días 2, 3 y 4 de febrero. “Titus”, versión y dirección de Óscar Flores Acevedo a partir de “Tito Andrónico” de W. Shakespeare, los días 4, 5, 6 y 7 de febrero. Cierra el ciclo “El sueño de…” adaptación y dirección de Édgar M. Vega de la obra original “Sueño de una noche de verano” de William Shakespeare, los días 8, 10 y 11 de febrero.
El Ciclo de Teatro Isabelino se presenta en el teatro El Milagro como parte de la Maestría en Dirección Escénica de la Escuela Nacional de Arte Teatral, Temporada Académica 2018, Muestra de Puestas en Escena de la 3ª Generación. Se trata sin duda de un Ciclo que el público que no debe perderse; se puede apreciar el trabajo de artistas jóvenes conjugando talento con gente de experiencia, dentro y fuera del escenario.
Para mayor información sobre los días y horarios, da clic aquí.
