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CEREMONIA SIN FLORES: Un engranaje perfecto



Fotos: Nacho Ponce

Por Luis Santillán/ Se podría decir que Ceremonia sin flores de Patricio Ruiz tiene cierta reminiscencia a los universos que construye García Lorca en Bodas de sangre, más allá de que ambos textos tienen como primicia una boda, ambos explotan la textura de los elementos y se centran en el estado anímico de quienes están involucrados en la ceremonia, además el uso de lenguaje es el soporte para la creación de atmósferas, pero lo más relevante es ese ligero contacto que ambas obras tienen sobre cómo la percepción de personajes va calibrando el evento y sus repercusiones.

Si bien, la construcción del texto tiende a polarizar los estados de ánimo y las impresiones de los personajes centrales y así pisar los territorios del melodrama, Ruiz, en la faceta de director, regula hábilmente esas características para tener una puesta en escena afortunada. Renuncia a la solemnidad a la que apunta el texto, explota las particularidades de los personajes y “estira” el personaje de la “Madre” para controlar el ritmo de la obra.

Uno de los grandes aciertos es con relación al personaje de la “Madre”, el contrapuntearlo da buenos resultados; si en el texto sus palabras corren el riesgo de caer en lo artificial, en la puesta en escena, con la construcción de Carmen Ramos, hace que los riesgos que conllevan el uso de figuras retoricas sea una característica que enriquece al personaje. Ya sea que la decisión la haya tomado la actriz o el director, es gracias a eso que la obra evita reproducir el componente más débil del texto.

Ceremonia sin flores es de esas obras que colocan en primer plano a una actriz, en este caso el trabajo de María Fernanda Bada es extraordinario, la concentración con la cual trabaja, los matices discretos, las variaciones sutiles construyen al personaje, hay una gran complejidad en lo que ofrece en escena, pareciera que sopesa constantemente cada línea que tiene para que adquieran ya sea un toque poético o una textura emotiva.

Si bien el trabajo de Bada la vuelve el centro del universo, la mancuerna que se logra con Carmen Ramos equilibra la obra completa. La colaboración de ambas en escena da la impresión de ser un engranaje perfecto que soporta la obra completa. El trabajo de ambas actrices hace que los elementos que pueden no llegar a buen puerto tanto en texto y dirección se diluyan. El resto del reparto está integrado por Fernanda Echevarría y Gabriela Guraieb. Guraieb, en el personaje de soporte de la novia, aprovecha el contraste de posturas, está en un punto medio y eso permite que los otros personajes convivan con relativa armonía.

Ceremonia sin flores es una obra en la que se puede ver un gran trabajo actoral, consulta precios y horarios de la obra, aquí.

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