Por Mariana Mijares/En el ideario colectivo, Barbie es una muñeca con físico y proporciones perfectas con un novio llamado Ken; sin embargo, en Barbie: Rock’n Royals la conocemos con una princesa que, como en los buenos cuentos, es sacada de su zona de confort, llevada a otra realidad y que deberá reencontrarse, y sin ayuda de un príncipe…
Y es que Barbie llega por error a ‘Camp Rock,’ un lugar donde los jóvenes que aman la música están reunidos durante un campamento de verano; sin embargo, ella pertenecía originalmente a ‘Camp Royal’, el campamento de la realeza…
La premisa de tener a una princesa como ‘pez fuera del agua’ siempre resultará simpática; uno de los mejores ejemplos es la película Encantada. Aquí -y sin animalitos como soporte-, Barbie conserva esa actitud optimista que caracterizaba a Giselle; es amable, gentil, tiene capacidad de asombro y curiosidad por aprender.
Pero lo mejor de Barbie no es sólo su carácter, sino la hermosa interpretación que realiza Pía Sanz, quien tiene la apariencia física de la popular muñeca pero además tiene ángel, encanto, sutileza y una gran voz que se luce en temas como ‘Siendo Princesa’ y ‘Voy a Brillar’.
A la par, hay otra historia igual de importante: la de ‘Ericka Juno’, una famosa rockera que es lo opuesto a Barbie: viste de negro, de cuero y tiene la tez obscura. Su carácter también es distinto: es energética, determinada y extrovertida; pero al igual que Barbie -y que Sanz- tiene una extraordinaria intérprete: la panameña Stephanie Ruiz.
Estas mujeres, y los demás jóvenes que dan vida al resto de los alumnos, son verdaderamente lo mejor de este musical; sí, los vestuarios son lindos y las escenografías y las luces nos trasladan a los respectivos campamentos, pero la energía, las ganas y la emoción de estos jóvenes actores es completamente contagiosa.
En verdad dan ganas de unirse a cualquiera de sus dos campamentos; y es que, como en varias de las películas u obras de estos tiempos, Barbie: Rock’n Royals trasmite el importante mensaje de respetar las diferencias, y aceptar -y aprender- del otro.
Como soporte, este grupo cuenta con el respaldo de Jackie Sauza y Marcos Montero, quienes interpretan a los directores del campamento y quienes también tienen una historia interesante qué contar.
Aplaudo la iniciativa de Gerardo Quiroz para traer a los escenarios mexicanos un musical infantil y juvenil (sin el respaldo de marcas como Disney), con un importante mensaje social de unidad; y sobre todo, que al mismo tiempo promueve a un grupo de jóvenes talentos que, esperemos, sean ‘el rock y la realeza’ -las estrellas- de los musicales del mañana.
Consulta precios y horarios de la obra, aquí.
No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.