Fotos: Roberto Sosa
Por Roberto Sosa/ Debajo de la tragedia, la desgracia…la adversidad. Aún adolescente el destino la puso de frente a la muerte, vio morir a su padre, lo asesinaron dentro del auto, gritó, y nadie la escuchó. A su madre el luto le duró tres meses, la escuchaba coger con su amante judío. ¡La embarazó de tres meses…!! ”Así de putazo”, y tuvo una media hermana la “cara de perro”. Mató a su madre…en su mente. Se quiso suicidar, “La vida es una mierda…”.
El designio fue odiar a todo y a todos. Irse a vivir a “La marranera”, no es la mejor decisión. Su media hermana creció, ahora la sigue, a su padre también lo mataron. Si no puede con su vida, con la “cara de perro” menos. La vida sólo le ha mostrado el lado oscuro; el suyo es un mundo sombrío sin luz y sin esperanza, donde habitan seres bajo el signo de la tragedia.
De José Manuel Hidalgo (Bye, bye bird) Bajo el signo de Tespis es teatro narrado, que tiene en Tespis el referente de la tragedia.
Tespis fue un dramaturgo griego (550 – 500 a.c.) considerado uno de los padres del teatro griego y el primer actor de la historia. Se dice que es el iniciador o inventor de la tragedia como forma teatral. Con talento, Hidalgo cifra su texto en la analogía que existe entre la escritura del autor griego con la protagonista de esta historia.
La puesta en escena cuenta con la dirección del suizo Mathieu Berttholet. Destaca la forma de abordar la historia, sin duda, el teatro que se hace en su país no toca temas como éste. Allá no existen ciudades pérdidas con seres marginales como los hay acá. Sin embargo, vive con los personajes su problemática, explora desde el texto a cada uno y lo traslada al escenario con toda la brutalidad que la obra lo dimensiona.
Los protagonistas están dentro de un hueco en medio de un muro de metal, podría ser un balcón o una ventana, desde allí contemplan la ciudad, su entorno, la oscuridad de su existencia. El diseño del escenario simboliza aislamiento, el encierro que contiene el pensamiento y libertad de los protagonistas. Sobre este dispositivo la multimedia proyecta imágenes que tienen que ver con el relato y la cosmovisión del mexicano.
Las actuaciones son de Paulina Treviño, Octavia Popesku y Misha Arias de la Cantolla pertenecientes al elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, un reparto que desborda talento. El rigor con el que interpretan sus personajes redunda su calidad histriónica. Popesku y Arias se desdoblan en la actuación. Treviño encarna y contiene la tragedia, el dolor…y la esperanza. Espléndido trabajo de los tres.
En esta historia los protagonistas habitan un mundo donde lo cotidiano es enfrentar el infortunio, la adversidad…la desgracia, la muerte forma parte de esta ecuación. Vislumbrar un mejor futuro sería una utopía, un sueño que los dejará entrever una luz en medio de la oscuridad.
Creativos: escenografía e iluminación, Matías Gorlero; vestuario y maquillaje, Aldo Vázquez; diseño sonoro, Iñaki y Yurief Nieves; multimedia, Edgar Estrella.
Cabe recordar que Bajo el signo de Tespis forma parte del DramaFest, Festival Internacional de Teatro Contemporáneo. El encuentro se presenta en la Ciudad de México, Suiza y el estado de Oaxaca. Esta obra es de un dramaturgo mexicano dirigido por un suizo, en otras obras es a la inversa.
Las funciones son en el Teatro El Granero Xavier Rojas, consulta precios y horarios, aquí.
