Por Ro Tierno/ La obra, una adaptación contemporánea del clásico de Shakespeare, vuelve hoy al Teatro Helénico en una versión más completa. Hablamos con su director sobre esta nueva etapa.

Tras una exitosa temporada 2017, con varios reconocimientos, entre ellos Mejor obra y Mejor dirección en los Premios del Público Cartelera , Mejor actividad escénica en Premio Ciudad de México, y Mejor obra por la ACPT, Noche de Reyes, dirigida por Alonso Íñiguez, llega al Teatro Helénico del 14 de mayo al 30 de junio.

“Lo que es increíble de Noche de Reyes y de Shakespeare es que es totalmente vigente. Yo no puedo creer que alguien en 1600 escribiera sobre un equívoco sexual puesto como un travestismo, me parece súper avanzado y progresista. Hay cosas que cortan y son de la época, pero nosotros rompemos el texto y lo traemos para hacerlo más contemporáneo”, explica Alonso, que además lleva adelante en la cartelera actual las obras Dos Más dos, Romeo y Julieta de bolsillo, y acaba de estrenar Tréplev.

¿Por qué Shakespeare? Nos preguntamos, y la respuesta está clara: el contenido de sus textos sigue vigente, aún hoy tiene sentido hablar de lo que el dramaturgo más famoso hablaba siglos atrás. “Lo que habita en el texto de Shakespeare es totalmente vigente, la forma es lo que resulta ‘vieja’, por decirlo de algún modo. Lo que hacemos para volverla más contemporánea es sacarle un poco la forma. Shakespeare conocía muy bien al ser humano y el ser humano sigue siendo el mismo. Esa es una de las bellezas de este autor”.

Resulta extraño que Shakespeare sea tan conocido, tan popular, y si no es él son sus obras, como Romeo y Julieta. Sin embargo, hay una especie de mito en torno a él, de clásico y aburrido. Al respecto, Alonso cuenta que “Shakespeare hacía el teatro para el público, en la calle, le arrojaban jitomates. Con el tiempo se ha vuelto como sinónimo de lo culto, y hay como una manía de montar Shakespeare accediendo a unos lugares súper elevados intelectualmente que sí, los tiene. Nosotros tratamos de aterrizarlo para que el público lo entienda, porque está hecho para el público. Con Noche de Reyes pasó que la gente se reía de principio fin, vibraba. Lo que hacía Shakespeare es que la gente se enamorara del teatro”.

Para esta nueva puesta en escena se recuperó parte del texto que por razones de tiempo no se habían podido llevar acabo la temporada anterior. Por otro lado, el reparto tiene dos nuevas actrices, Diana Bovio y María Penella. “Eso cambia totalmente el montaje, porque naturalmente llevan el personaje a otro lado, y eso está padre, volver a reencontrarse con el texto y ver cosas que no habíamos entendido”, comenta Íñiguez.

La historia es una comedia que cuenta el naufragio que separa a los gemelos Sebastián y Viola, quienes sobreviven por separado, ignorando que ambos están vivos. Viola cambia su nombre por el de Cesáreo, se viste de hombre para trabajar en el palacio del conde Orsino, un hombre enamorado de Lady Olivia, quien no tiene interés por nadie por la reciente muerte de su padre y hermano. Un complejo entramado amoroso, en una versión presentada con música, canciones y personajes andróginos.

“Si la música es el alimento del amor, toquen, dénmela en exceso”, comienza diciendo el texto de la obra. “En este texto Shakespeare habla de la música, es un país donde todo el mundo está embriagado, embriagado de música, de alcohol, de altibajos. Todos los personajes están exacerbados en esa isla”, explica el director.

El elenco se completa con Carlos Aragón, Salvador Petrola, Pablo Chemor, Adriana Montes de Oca, Jacobo Lieberman, Pepe Ponce y Antonio Alcántara. La música es de Pablo Chemor con letras escritas también por Alonso Íñiguez.

“Hay otras formas de ver a Shakespeare, la gente se va a divertir, que no piense que tiene que ser aburrido, pensar que algo que pasó en 1600 siga vigente me parece algo digno de ver”.

Hasta el 30 de junio en el Centro Cultural Helénico. Más información aquí.

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