Por Gina Fierro/ El monólogo protagonizado por Pablo Perroni, Puras cosas maravillosas, cumple un año en cartelera con una historia sobre aquellas cosas por las que vale la pena vivir.

Desde su estreno, en el Foro Lucerna, la puesta en escena ha llamado la atención de chicos y grandes con un texto de Duncan Macmillan y Johnny Donahoe que subió a los escenarios mexicanos bajo la dirección de Sebastián Sánchez Amunátegui.

En entrevista para Cartelera de Teatro, el director de la puesta apunta “este proyecto es muy especial. Es el único monólogo que he montado. Es padre que la obras duren mucho tiempo y que se mantengan en el gusto del público”.

El proyecto que comenzó con la figura de Amunátegui al frente, a quien hemos visto con grandes y pequeños proyectos de diversos géneros, posteriormente recayó en el talento del actor Pablo Perroni, quien poco a poco fue dando su estilo, hasta adueñarse de su personaje.

“Yo siempre digo que el proceso del teatro es: El autor escribe (la obra) y la pierde en manos del director, quien genera un concepto y un mundo. Una vez que el director termina de generar este mundo, la obra pasa al actor. Y el actor se apropia del proyecto, y durante la temporada la obra es del actor”, apunta el entrevistado.

Y agrega “Pablo se ha apropiado muy bien del personaje, creo que le ha servido mucho a él. Hacer esta obra le ha dado mucho cayo para enfrentarse a un público, es decir, hay participación con el público. Pablo ha logrado desarrollar un muy buen músculo […] que es la actuación”.
El texto transcurre por los límites de la nostalgia con un personaje que comparte su lista de cosas maravillosas con el público -a quien hace parte de su historia-, una lista que se ha visto modificada por sus pérdidas familiares y sus momentos más afortunados. “Es un texto a prueba de balas, es decir, uno como espectador engancha porque engancha […] La historia te va llevando, lo que le pasa a este personaje habla de vínculos tan esenciales como es el vínculo con la madre, con el padre, que no hay manera en la que uno no conecte”.

Frente a esta historia, el director reconoce “fue interesante trabajar un texto tan delicado, tan sutil. Trabajar un monólogo creo que es distinto a trabajar cualquier otro tipo de obra que involucre a más actores”.

Sobre los planes de llevar el montaje a un recinto de mayor aforo, el director expresa ”empezamos a hacer giras y la hemos probado en teatros de 500 personas, pero creo que su casa en Ciudad de México es el Foro Lucerna. Creo que 110 espectadores es un buen número que genera una intimidad, todo mundo se siente parte de”.

Y concluye, “Pablo ha perseverado en su trabajo y ha hecho un personaje que yo creo que va a ser emblemático en su carrera”.

Puras cosas maravillosas se presenta todos los martes en el Foro Lucerna, ubicado en Lucerna 64, esquina Milán, Col. Juárez. Consulta precios y horarios de la obra, aquí.

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