Por Redacción/ Orgulloso de su herencia zapoteca, el tenor Edilberto Regalado Ordóñez se define como un cantante honesto que siente lo que canta e interpreta con sentimiento la música tradicional mexicana y la clásica del repertorio operístico.

El artista originario de Juchitán, Oaxaca, radica en Alemania desde 1997, pero visita frecuentemente México, entre una y cuatro veces al año, principalmente para ofrecer recitales y conciertos de música mexicana y en las lenguas originarias del zapoteco, el mixteco y el náhuatl.

“Los juchitecos estamos muy orgullosos de nuestra lengua, comparado con otras regiones no nos apenamos ni avergonzamos ni tememos ser discriminados. Para nosotros es como una bendición hablar lengua indígena, cuando tengo la oportunidad con algún paisano o amigo hablo o bromeo en zapoteco, es una lengua maravillosa que  no se olvida”, compartió en entrevista con la Secretaría de Cultura.

Comentó que en la mayoría de las visitas a México participa en eventos organizados por instituciones, como fue el concierto de apertura de la primera Feria de las Lenguas Indígenas Nacionales (FLIN) organizada por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), que tuvo lugar en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart), el pasado 11 de agosto.

En el recinto cultural, el lírico-tenor interpretó piezas como Guendanabani, La llorona, La Martiniana, Bacaanda, -las cuatro en zapoteco-, Nuestro gran padre Cuauhtémoc, en náhuatl, Canción mixteca; y en el idioma español, Lindo Oaxaca, Amor mío, La Sandunga y Llévame oaxaqueña.

Sobre el  encuentro, dijo ser una buena iniciativa en la que le gustaría que participaran otros grupos indígenas y más instituciones se sumaran al proyecto.

Edilberto Regalado estudió en el Conservatorio Nacional de Música la carrera de cantante de ópera y de concierto, pero él se define como un intérprete de ópera, concierto y música tradicional mexicana, cuyo repertorio va de los boleros a la música autóctona.

Su trayectoria artística iniciada en 1992 dio un salto en 1996, al participar en una audición en la ciudad de Nueva York en la que participaron 700 Cantantes de todo el mundo, obteniendo una Beca en el Opera Estudio de la Opera Zürich, para posteriormente irse a vivir a Alemania.

El artista refirió que en su repertorio cuenta con 55 roles principales de tenor y ha colaborado para destacadas casas operísticas alemanas, entre ellas Schwerin, Koblenz, y Rudolstadt. Aseguró que el hablar lenguas indígenas le ayudó a aprender el alemán, francés e italiano.

“Si me hubiera quedado en México no hubiese podido desarrollar una carrera en la ópera, allá nos presentamos a diario en diferentes funciones y producciones. Cada mes o dos meses hay nuevos montajes y hay que aprenderse nuevas óperas. Hay mucha competencia”.

Compartió que en el país germano interpreta piezas en lenguas indígenas sólo al final de conciertos, después de cantar a los clásicos. “Entono canciones de mi tierra para decir que soy de un rincón maravilloso de Oaxaca y mostrarles nuestras lenguas que son sinceras, ingenuas y francas”.

“A ellos les fascina y parece tierno que uno cante en su lengua originaria, pues se les está mostrando nuestra infancia y lo que somos. Los artistas siempre expresamos nuestro sentir y vivencias a través de lo que hacemos”.

Edilberto Regalado empezó a cantar para recordar cómo lo hacía su padre, quien falleció cuando el intérprete tenía sólo 11 años de edad. “Cuando tuve conciencia me dije que me gustaría cantar, pero sabía que no cantaba como él, por ello investigué en dónde se podía estudiar canto, e ingresé al Conservatorio Nacional de Música, donde me preparé por ocho años”.

“Yo quería cantar música popular y boleros. Al hacer el examen de ingreso, un profesor comentó que yo había nacido para cantar, ya aceptado, dos de mis maestros me impulsaron a cantar ópera que es un canto muy honesto, en el que no entras por recomendación ni nada de eso”, aseguró.

En opinión del reconocido cantante, lo más importante al interpretar piezas en lenguas originarias es la honestidad y hacerlo con claridad, pues quien canta  debe mostrar lo que se está sintiendo.

“Me considero un representante de la música tradicional, me gusta serlo. Soy de los pocos tenores o cantantes de música clásica que canta música indígena, tal vez el único, y me gustaría que hubiera otros. Mi esposa me decía: tú cantas para los europeos no para tu gente, entonces pensé: voy a cantar para mi gente”.

“Nunca he pensado en ser famoso, quiero cantar y expresar lo que mi corazón y alma dice, todo lo demás viene solo. Canto porque así muestro mi amor por el arte, por México. Me fascina cantar. Yo lo único que quiero es que me inviten a cantar”.

“A través del canto se puede fascinar a la gente, en el sentido de hacerle revivir lo que no existe, de mostrar el absoluto amor hacia la vida. Me da orgullo o me hace feliz el hecho de haber logrado una técnica para cantar, no sólo que sea una voz sofisticada, sino natural”.

A los jóvenes interesados en ejercer una carrera en el canto operístico les tiene un sencillo consejo: no se cansen de estudiar y de soñar.

“Sean tenaces, el sueño es la llave de las cosas que podemos realizar en nuestra vida. No hay límites. Siempre hay una forma de lograr lo que uno se propone. Hay que insistir y persistir. Las ilusiones y los sueños son los que ayudan a lograr nuestros objetivos”.

Edilberto Regalado en próximos días regresará a Alemania a trabajar en el montaje de nuevas producciones. Espera regresar en el mes de diciembre, para cantar una misa en la Catedral de Oaxaca.

Con información de la Secretaría de Cultura

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