Por Gina Fierro/ Los medios que el teatro ha encontrado para llegar a su público son diversos, de esta manera hoy en día podemos disfrutar de espectáculos al interior de un departamento, en un camión de transporte público, en un penal de la máxima seguridad o incluso, sobre el agua. Por increíble que parezca, el medio acuático ha logrado sumergir al teatro con espectáculos nunca antes vistos.

El género de Teatro acuático se lo debemos en gran medida a la compañía francesa Ilotopie, fundada en 1980, la cual ha logrado, sobre superficies líquidas, hacer volar acróbatas, representar batallas y sumergir diversos elementos, como vehículos motorizados en marcha. Con el apoyo de escenografía, a gran y pequeña escala, la agrupación ha conseguido prescindir del recurso de la voz, y valerse del performance para crear discursos muy particulares.

Es así que la compañía francesa ha convertido la energía de un elemento primordial, en un nuevo campo donde el teatro explora en sus diversos niveles. Su escenario: cualquier superficie líquida.

Con un sinnúmero de dificultades técnicas, Ilotopie crea el ambiente idóneo para que los actores puedan mantener su fuerza expresiva y su libertad de movimiento ante el elemento líquido. Por otro lado, frente a la inmensidad acuática, las artistas crean imágenes únicas, que derivan en otro tipo de movimiento y lenguaje escénico donde tienen lugar actores quimeras, juegos de luces, coches, lámparas, bicicletas, máquinas y explosiones.

De acuerdo con su descripción, es a través de este tipo de propuestas que la compañía expone la condición del individuo en su momento más efímero, desde su imaginario y desde la vida misma del agua.

Uno de los espectáculos más destacados de la agrupación es Fous de Bassin (Locos por el agua). El show, dirigido de 3,000 a 8,000 espectadores según el espacio, ubica a su público a 100 metros de apertura en desniveles, muelles, pasos o playas. En 2014, el espectáculo visitó la ciudad de Nuevo León, Monterrey, en el marco del Festival Internacional de Santa Lucía, donde tomó como escenario el Lago de las olas, ubicado al interior del Parque Fundidora.

Con diversos espectáculos, Ilotopie ha creado audiencias por distintas partes del mundo como Londres, Chicago, Moscú, Sydney, Buenos Aires, Singapur, entre otros.

Bajo la dirección de Bruno Schnebelin, Ilotopie la conforman escultores, actores, bailarines, músicos, inventores, diseñadores e investigadores, quienes son los encargados de construir una obra colectiva de arte abierta al mundo. Desde su fundación, la compañía ofrece acciones artísticas que cuestionan el espacio público a través de la mayor cantidad de disciplinas. Además de espectáculos, sus proyectos incluyen instalaciones e intervenciones de espacios naturales.

En una búsqueda de un imaginario colectivo contemporáneo, Ilotopie propone la creación de imágenes vivas que exponen la realidad social del territorio donde se ubica el montaje y, de esta manera, dejar un significado y una emoción.

En 1992, los artistas y técnicos de la compañía fundaron Ilotopie amarillo limón, en Port Saint Louis du Rhone, Francia, la primera fábrica de diseño y construcción para las creaciones específicas de la compañía.

Teatro acuático de marionetas

Entre otras atracciones acuáticas escénicas, encontramos el Teatro acuático de marionetas Golden Dragon de Vietnam, una de las principales atracciones del país. Los visitantes al espectáculo aseguran que la experiencia es divertida, con títeres gigantes que entran y salen de un escenario lleno de agua. Al montaje, en vietnamita, se suman músicos en vivo, efectos de luz y altavoces que, aunque los turistas no comprendan el idioma, ayudarán a entender la historia. Un evento típico de Vietnam, tanto en Hanoi como en Ho Chi Minh.

Su variante es único en el mundo con un show de títeres que desarrollan diversas historias. El montaje surge al norte de Vitenam y se le atribuye una antigüedad de diez siglos.

Se cree que el origen de sus marionetas está asociado a la imagen del espatapájaros. inspirados en las figuras que los campesinos instalaban en sus cultivos. Los primeros vestigios del Teatro de títeres acuáticos se haya en una estela de piedra del año 1122 a.C, encontrada en Thyong Tin, en la provincia de Ha Nam. En ésta, un texto que relata la victoria de un rey, que en las ceremonias de celebración, incluyó lo que se describe como una función de títeres acuáticos.

Un dato interesante dentro de este género es la técnica de manipulación de las marionetas vietnamitas -distintas de las que conocemos-. Fabricadas en madera, éstas son manipuladas desde una distancia alejada de quien las maniobra; y es desde la parte trasera del escenario, que el titiritero utiliza cuerdas y varillas para dar movilidad a los personajes.

El montaje sucede dentro de un escenario delimitado y, a pesar de su aparente restricción, los títeres acuáticos pueden recrear amazonas cabalgando sobre peces, dragones que expulsan fuego y agua, así como batallas entre jinetes a caballo. Las representaciones del teatro vietnamita puede enfocarse indistintamente en la vida misma del lugar, en los antiguos relatos históricos, proverbios, dramas clásicos, entre otros.

Con tales propuestas, descubrimos que si se trata de teatro, éste no tiene límites.

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