Por Redacción/Amplia y diversa fue la oferta teatral mexicana durante 2017, con la participación de compañías y grupos locales y de otros estados que tuvieron actividad en los distintos recintos capitalinos, abordando variedad de temáticas y géneros; el principal sello hacia la última parte del año fue la solidaridad.

Y es que ante los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado, muchas producciones escénicas donaron las taquillas e impulsaron promociones de boletos a cambios de donaciones para apoyar a los damnificados y la reconstrucción de sus viviendas.

En el abanico de montajes destacaron piezas como Quemar las naves. El viaje de Emma, escrita y dirigida por Rocío Carrillo, propuesta que reunió teatro, video, música y danza, y que narra el viaje marítimo de una mujer en busca del sentido de la vida. La temporada ocurrió en el Teatro El Galeón.

La Huida de Quetzalcóatl, con texto de Miguel León Portilla, adaptación e investigación en escena de Mónica Raya, planteó la posibilidad de escaparse del tiempo del sacerdote Quetzalcóatl. El montaje tuvo funciones en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario.

Otra propuesta escénica fue Cervantes versos Shakespeare, texto y dirección de Aurora Cano, que fue de las que donó la primera semana de taquilla a la Cruz Roja Mexicana tras el sismo del 19 de septiembre. Las funciones fueron en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque. La pieza contó con una escenografía sencilla que transportó al espectador a un umbral como lo llaman los personajes, donde transitan con dos personas que desean que haya paz. Cada uno de los escritores planteó y expuso sus principales postulados filosóficos y morales sobre lo que es la paz, el amor, la sabiduría, el conocimiento, pero sobre todo la palabra, que es lo que le da sentido a lo que uno quiere expresar.

La descarga aún no se ha completado, codirigida por Arnaud Charpentier y Olivier Dautais, se presentó en el XLV Festival Internacional Cervantino (FIC), para abordar el tema de la sociedad en que los individuos son incapaces de accionar, pensar y hasta de evocar deseo revolucionario. Tuvo funciones en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

En el marco del pasado FIC se presentaron Escuadrón justicia. La nueva utopía, escrita y dirigida por Ricardo Ruiz, que trata sobre el tema de un Estado incapaz de resolver problemas que aquejan a la sociedad, tales como el hartazgo, la desesperación y la ausencia de justicia.

San Nonaka, bajo la dirección de Bernardo Gamboa, basada en la vida de Kingo Nonaka durante la Revolución Mexicana al lado de Francisco Villa y Álvaro Obregón, narró la complicada historia de este hombre de origen japonés que se desempeñó como buceador especializado en perlas.

Además de Lobata…Teatro experimental para niños revolucionarios de la compañía TransLímite (alternativa-escénica); Amelia…Coronel Amelio, bajo la dirección de Alan España y Francisco Granados, que narró la historia de un transexual en la Revolución Mexicana.

Enemigo del pueblo a cargo de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), escenificó la puesta en escena, dirigida por David Gaitán, que plasmó el poder, corrupción e injusticia que imperaba en una pequeña ciudad del siglo XIX, que se presentó en el Teatro de las Artes.

También la CNT estrenó Landrú y La mano del comandante Aranda, de Alfonso Reyes, dos textos en que el primero es sobre Henri Désire Landrú, asesino serial de mujeres ejecutado en 1922, para plantear una reflexión poética sobre la existencia humana. El segundo texto es una narración excepciona del mismo autor que realiza un imaginativo juego cargado de humor sobre una mano amputada, como la del general Obregón, que posee vida propia, que se escenificó en el Teatro El Galeón.

El dramaturgo y director José Alberto Gallardo presentó en Tr3s, una comedia sobre el vacío existencial de la vorágine en la cual se vive hoy, donde la humanidad ha hecho olvidar a muchas personas el sentido de vivir; la pieza se estrenó en el Teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque.

El Teatro de las Artes presentó con gran éxito, El corazón de la materia Teilhard, El Jesuita, con las actuaciones de José María de Tavira, Marina de Tavira y Laura Almela, en que se abordó los pensamientos del científico, paleontólogo y poeta Pierre Teilhard de Chardin, respecto a la humanidad y los conflictos bélicos.

Heroínas transgresoras, escrita, actuada y cantada por Luz Angélica, un monólogo operístico sobre la reivindicación de la mujer transgresora que fueron perseguidas, sentenciadas y condenadas por irrumpir en la cultura dominada por un sistema patriarcal, que se plasmó en el Teatro Helénico.

Una de las grandes sorpresas en escena fue Vine a Rusia porque me dijeron que acá vivía un tal Antón Chéjov, bajo la dirección de Luis Ángel Gómez, cinco amigos que viajan y se enfrentan ante las llanuras, lluvias, ríos y nevadas, para tratar de llegar a Rusia y preguntar a un tal Chéjov qué sentido tiene la vida.

En coproducción, el Centro Universitario de Teatro y la Facultad de Derecho y Teatro UNAM estrenaron, Sesión permanente, bajo la dirección de Luis Mario Moncada, Enrique Singer y Teatro OJO, hizo un recorrido por el tiempo, los artículos y las reformas a la Carta Magna, que tuvo temporada en el Teatro del CUT.

En tanto, la Compañía Alamar ofreció en temporada la obra Ensueños, texto dramatúrgico de Ricardo Zárraga, bajo la dirección de Carlos Corona,  una historia de amor y de ensueños que invita a pensar, sentir, reír y por supuesto a soñar, que ofreció temporada en el Foro La Gruta. La obra abordó la historia de una pareja que nunca se había visto, excepto en sus sueños, hasta que un día, el destino propicia su inevitable encuentro en el mundo real: es el encuentro de dos completos desconocidos.

En este año también fuimos testigos de una de las piezas clásicas de William Shakespeare, Romeo y Julieta, bajo la dirección de Mauricio García Lozano, que se presentó en un contexto atemporal para reunir a dos transgresores del odio, en medio de ese ambiente de rabia y sudor, que tuvo funciones en el Teatro Helénico.

En el Centro Cultural Helénico también se escenificó la obra, Baby Boom en el Paraíso, un texto de Ana Istarú, adaptado y dirigido por Ricardo García Arteaga, que se toca temas como la ironía y el humor sobre los prejuicios, malentendidos, anhelos, obstáculos y confusiones que enfrenta la mujer en una sociedad machista.

Los niños de Morelia,  escrita por el fallecido dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, se presentó nuevamente este año para conmemorar el 80 aniversario del exilio de cientos de niños españoles y 40 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas de México y España. Bajo la dirección de José Manuel Lira y las actuaciones de Andrómeda Mejía, César Chagolla, Ditmara Náder, Ivonne Márquez y Noel Díaz, actores egresados de la Escuela Nacional de Arte Teatral, la puesta en escena versa sobre los hechos acaecidos hace 80 años, en el punto más crítico de la Guerra Civil de España, cuando 456 niños españoles fueron recibidos en México.

En Casa del Lago se presentó Sedimentos, de Octavio Michel Grau, que narró la historia de cuatro suicidas, así como voces de duelo de aquellos que quedan y que buscan respuestas, a través del arte escénico y de la danza.

En tanto Joaquín Cosío y José María de Tavira, protagonizaron la puesta en escena La desobediencia de Marte, del escritor y dramaturgo Juan Villoro, bajo la dirección de Antonio Castro, que se presentó en temporada en el Teatro Helénico. La obra trata el encuentro de los astrónomos Tycho Brahe y Johanes Kepler. Movidos por la admiración y la desconfianza, ambos se reunieron en el año de 1600 en el castillo de Benatek, Bohemia, para descifrar las órbitas de los planetas.

La última sesión de Freud, escrita por el dramaturgo Mark St. Germain, regresó a escena y contó con las actuaciones de Luis de Tavira y Álvaro Guerrero, en el Teatro López Tarso, del Centro Cultural San Ángel. A solo 20 días de la muerte de Sigmund Freud, se entrevistan estos dos personajes: Freud, padre del psicoanálisis (Luis de Tavira) y C.S Lewis, famoso novelista y filósofo (Álvaro Guerrero), su cita confrontó un tema que no podían evadir, sea uno científico, ateo o místico: ¿Dios existe?.

En otros foros capitalinos hubo propuestas como Del manantial del corazón, de la compañía yucateca Sa’as tun, que dirige Conchi León. El montaje tuvo presentaciones en marzo, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), donde también se ofreció un par de funciones de Mestiza Power.

Luego a finales de septiembre cambió su sede del Teatro Benito Juárez, afectado por los sismos, para ofrecer tres funciones en el Teatro de la Ciudad, tres en el Sergio Magaña y cinco en La Capilla, de Coyoacán.

De la misma dramaturga, el Foro Shakespeare montó con la compañía de Teatro Penitenciario, la puesta en escena La espera, testimonios de presos del penal de Santa Martha Acatitla.

En la cartelera también hubo obras infantiles que se presentaron en el Centro Cultural del Bosque, el Centro Cultural Universitarios y foros dependientes del Sistema de Teatros de la Ciudad de México, entre ellas, La peor señora del mundo, Pun, historia asquerosa para niños que se echan vientos y Lo que queda de nosotros, por mencionar algunas.

No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.