Por Gina Fierro/ El año está por terminar, y en un intento por recordar y conservar aquello que subió a los escenarios de nuestra ciudad, te traemos un breve listado de algunos directores que, con su labor, marcaron este 2017.

Antes de comenzar, recordemos que el número de obras que componen la cartelera de la Ciudad de México es extenso, con cientos de obras que van y vienen mes tras mes. Por ello, hemos tomado como referente a aquellos creadores que tuvieron presencia entre el público con más de un estreno. Sus nombres los ponemos en el siguiente listado (Parte 2) sin un orden de jerarquía.

Hugo Arrevillaga

Arrevillaga, también director del proyecto Hotel de leyendas Victoria, lideró este año diversas puestas en escena, entre ellas Déjame entrar, obra basada en la adaptación para teatro del inglés Jack Thorne sobre la novela homónima escrita por John Ajvide Lindqvist.

La obra fue llevada al cine en 2008 como una producción sueca dirigida por Tomas Alfredson; mientras que en 2010, el estadounidense Matt Reeves dirigió la cinta protagonizada por Kodi Smit-McPhee y Chloë Moretz. De este último filme, el director mexicano llevó al Foro Shakespeare un montaje que recreó diversas escenas con el apoyo de una escenografía móvil diseñada por Jorge Ballina.

Su obra más reciente se titula Cosas raras, la cual se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque con las actuaciones de Adrián Vázquez y Olivia Lagunas. El texto de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio aborda temas como el abandono infantil, y es llevado a escena por Arrevillaga dentro de un interesante dispositivo escenográfico construido por envases de vidrio.

En el Foro de las Artes, Arrevillaga presentó simultáneamente Sedientos y Camino para recuperar mi rostro, ambas obras a partir de los textos del escritor y dramaturgo libanés-francés Wajdi Mouawad. En dichas producciones, el director dejó ver el diálogo creativo que ha construido con el autor con dos piezas que ponen de manifiesto la identidad, el sentido de pertenencia y los miedos que enfrenta la juventud actual.

Antonio Serrano

El director de teatro, cine y televisión llevó al Teatro Juan Ruiz de Alarcón La Tequilera, una obra de Ximena Escalante inspirada en las memorias de Luchas Reyes, plasmadas en Me llaman la Tequilera de Alma Velasco. En el papel protagónico, Daniela Schmidt dio vida a una mujer temeraria y atrevida, cuya vida se vio consumida por los excesos.

Evocando los temas temas musicales de Reyes, Serrano concentró los momentos más relevantes de la vida de la cantante de música ranchera en un dispositivo escénico acompañado de diversos elementos cinematográficos, el más importante: un par de cámaras que, en vivo, proyectaban una especie de película sobre el escenario, mientras el espectador disfrutaba, al mismo tiempo, de la puesta en escena.

En octubre, Serrano presentó en el foro de La Teatrería Heisenberg, una obra de Simon Stephens, traducida por Paola Zelaya Cervantes y Ana González Bello, que juega con la física y el amor.

La historia, protagonizada por Mónica Huarte y Fernando Larrañaga, sucede a partir del encuentro de Georgie, una mujer que ronda por los 40, y Alex, un hombre de más de setenta años. Y es a partir de un beso que él le roba en la nuca, que el autor desarrolla un viaje sobre lo incierta, y en ocasiones cómica, que puede resultar la conexión humana.

Serrano ubica la propuesta escénica dentro de una gran vitrina que separa al público de la escena. Al respecto, el director apunta que para él la vida es como una vitrina, un escaparate donde se exponen las emociones y los pensamientos.

Angélica Rogel

Este año, Rogel se aventuró con autores de distinta índole para mostrar al público el alcance de su ingenio escénico. Su primer montaje fue La piel de Venus, el cual tuvo lugar en el Teatro La Capilla, un texto que llevó a sus asistentes por diversas realidades para hablar sobre las relaciones de poder y sus misterios.

El texto de David Ives, que se desarrolla a partir de La venus de las pieles de Leopold Von Sacher-Masoch, es protagonizado por Gabriela Zas y Gerardo Trejoluna, quienes van y vienen entre personajes para presentar una historia con distintas posibilidades de lectura.

Le sucedió Happy, un drama con tintes de comedia negra que cuestiona el concepto de felicidad. El montaje de Robert Caisley, nominado al 2do periodo de los Premios Cartelera 2018, se presenta en el Teatro Milán con las actuaciones de Pablo Perroni, Yuriria del Valle, Pablo Bracho y Ana González Bello.

En este proyecto, Rogel reúne a un grupo de actores que dan un ritmo ágil a la historia de dos parejas que viven la felicidad desde polos opuestos. De esta manera, da vida a un texto que promete hacer reflexionar a su audiencia y cuestionarle: ¿se puede ser insoportablemente feliz?

Este mes, la directora anunció su más reciente producción titulada El jardín de los cerezos, una adaptación de la obra de Antón Chéjov interpretada por Blanca Guerra, Concepción Márquez, Carlos Aragón, Adriana Llabrés, Ana Beatriz Martínez, Alejandro Morales y Nacho Tahhan. El montaje, que dará funciones diarias hasta el mes de enero, se presenta bajo la producción de BH5, La Rama de Teatro y Óscar Uriel.

En esta versión, Rogel agrega una estética muy particular que evoca el jardín de los cerezos, un espacio que ha cobijado a los miembros de una familia, y que ahora se ven obligados a ponerlo en venta. Con el propósito de insertar a Chéjov dentro de un contexto actual, la directora pone énfasis en un discurso que cuestiona al individuo desde su realidad, sus miedos y sus máscaras.

Sebastián Sánchez Amunátegui

Dentro de sus proyectos más afortunados, sobresale La piedra oscura, obra de Alberto Conejero que cimbró los escenarios españoles, y que en México estrenó en junio con un elenco integrado por Kerim Martínez, Jonathan Persan, José Manuel Rincón, Daniel Fuentes Lobo y Jhovanni Raga. La obra fue nominada en el 5to periodo de los Premios Cartelera 2017 y tuvo una extensa temporada en el Café K-OZ Foro Cultural.

La trama gira en torno a Federico García Lorca y su amante, Rafael Rodríguez Rapún, quien está a punto de ser fusilado. En la intimidad del Café K-OZ, Sánchez Amunátegui presentó una propuesta que evocaba la figura del poeta granadino, quien mantiene una conversación frente a frente con Rafael, un joven teniente de artillería que se vio atraído por el talento del artista.

Con Ylia O. Popesku y María Inés Pintado en el reparto, Sebastián estrenó en el Foro Shakespeare Mamá te quiero mucho, un thriller psicológico que se desarrolla en una prisión, cuando Milo, una mujer acusada de matricidio, se niega a revelar los secretos  de su pasado.

Posteriormente, el director llevó al Foro Lucerna La omisión de la familia Coleman (Nominada para el 2do. Periodo de los Premios Cartelera 2018), una comedia que expone las fracturas de una familia que no conoce los convencionalismos. El texto de Claudio Tolcachir fue interpretado por Concepción Márquez, Sandra Burgos, Daniel Bretón, Inés de Tavira, Cayetano Aramburo, Maite Urrutia, Guillermo Collard y Andrés Palacios.

Entre otros de sus proyectos, el director presentó algunas obras en formato corto como Temor de mí, obra que formó parte de la programación del Hostal Regina, dentro del programa Invasión de espacios mórbidos; e Ironías, puesta en escena que integró la 9° temporada de Teatro en corto.

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