Por Redacción/ Con el espectáculo multimedia Sueños (cómo sobrevivir a la noche), la cantante Jaramar, presentó su última producción discográfica titulada “Sueños (un viaje)”. El montaje, que tomó la noche de ayer el Teatro de la Ciudad, mostró una nueva nueva faceta de la cantante ganadora del Grammy Latino en 2016.

En esta nueva producción, la cantante mexicana toma impulso para ofrecer una nueva faceta y buscar horizontes que reflejen su exploración musical y lírica. “Sueños (un viaje)” es una colección de piezas contemporáneas, en las que predomina un sonido que rompe las fronteras de género y rehúye el encasillamiento, “lleva al escucha a espacios sonoros muy especiales, en los que la poesía está también muy presente”.

La producción se presenta después de que la solista obtuviera el Grammy Latino 2016 como Mejor Álbum de Música Clásica por el disco “El hilo invisible”, que realizó en conjunto con el Cuarteto Latinoamericano. “Sueños (un viaje)” es el relato de un viaje que transcurre a lo largo de una noche, adentrándose en la profundidad de la memoria; un trayecto a través de capas de luz y de oscuridad. Se trata de un camino construido a partir de recuerdos, de imágenes moviéndose entre las historias heredadas de la infancia y los cantos amargos de las sirenas.

“¿Cómo comienza la travesía? Por lo conocido: lo cotidiano transformado por la lente de la fantasía, la magia y el juego, porque aquí somos los capitanes del barco, los pintores que dibujamos el mundo que queremos explorar, al menos de inicio, antes de caer inmersos en la oscuridad que nos hará soltar las riendas y aventurarnos por espacios insospechados. Nuestros aliados son criaturas fantásticas y objetos cotidianos y la mirada de quien, cuando despertamos, nos ayuda a saber que seguimos ahí, que la luz es posible”, señala la producción.

Los temas que componen el disco son “De mañana”, “Soplo”, “Tan sólo un film de carretera”, “Tu cuerpo”, “El imperio de la luz”, “Aparece de noche”, “Del olvido”, “Máquina”, “Náufragos”, “Cielo”, “No hay pasto en el mar” y “En el fondo de mi vaso nada un pez”.

El espectáculo incluyó nuevas versiones de algunas de las composiciones de Jaramar, como “Diluvio” y “Fiestas privadas”. Todo ello, impregnado con el talento como artista visual de la cantante, que se proyectó en una narrativa visual realizada a través de proyecciones y una instalación escénica.

La intérprete concibe sus canciones como “pinturas sonoras”, cuando pinta crea “canciones visuales”, asegura, esto con el propósito de contar historias a través de la música, la palabra, imágenes, colores y texturas.

Acompañaron a Jaramar en escena: el guitarrista Alejandro Alfaro, el violonchelista Ulises López, el contrabajista Carlos S. Vilches y el baterista Luciano Sánchez.

A lo largo de su carrera solista, Jaramar se ha presentado los principales escenarios mexicanos, como la Sala Nezahualcóyotl, el Centro Nacional de las Artes, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y el Lunario del Auditorio Nacional. Asimismo, la cantante ha recorrido escenarios de Alemania, Bélgica, Canadá, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Holanda, India, Portugal y Suiza, entre otros. Entre sus producciones resaltan “Entre la pena y el gozo”, “Fingir que duerno”, “Nadie creerá el incendio” y “Que mis labios te nombren”.

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