Por Roberto Sosa/ Los cráneos tallados en cuarzo transparente o lechoso, son conocidos en la historia del arte como “cristal de roca”; durante su descubrimiento se dijo que se trataba de artefactos mesoamericanos, precolombinos. Sin embargo estudios científicos en cráneos examinados, desmintieron la autenticidad que sean precolombinos. Las leyendas sobre las calaveras de cristal con poderes míticos, no forman parte de la mitología y el mundo espiritual de las culturas mesoamericanas.
El dintel 9 que perteneció al Edificio 33 de la Gran Acrópolis Maya, Yaxcilán, representa al Pájaro Jaguar IV acompañado del Señor Gran Cráneo -gobernante sagrado de Yaxcilán-, ricamente ataviados; en la actualidad el dintel se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México. Es precisamente en un museo, es donde inicia la historia La calavera de cristal, primera novela gráfica del escritor Juan Villoro.
En este recinto que está a punto de cerrar, un visitante platica con el velador: “¿no te da miedo La Leyenda de la calavera de cristal…?” A partir de este momento el espectador se abre a la imaginación y la aventura. El escenario se transforma, disciplinas como la acrobacia en telas, teatro de sombras, marionetas y elementos como el video mapping, son los medios para ubicar al espectador por los distintos lugares en donde se desarrolla la acción.
La obra de Villoro se instala en el género del comic, ricamente ilustrada por Bef. Ahora es llevada al escenario bajo la dirección de Enrique Aguilar; traslada a la escena la fantasía que se adhiere al relato. Los elementos de los que echa mano, favorecen el espectáculo; la estética de la obra parte de un texto que lleva al espectador por sitios que transitan entre la realidad y la utopía. Con precisión y talento logra –mi punto de vista- un buen resultado.
Los personajes de esta aventura escénica son Amelia, Gos y Chencho, interpretados por Helena Tinco, Mario Rendón y Alejandro Piedras, protagonistas que se desdoblan en más personajes, ejercicio que enriquece aún más la puesta en escena. El trabajo de los tres es magnífico, el tono que manejan es la comedia y el drama. La travesía que realizan sobre el escenario, es análoga con la que crean los asistentes desde su butaca.
Detrás de un buen resultado, está un gran equipo creativo: la adaptación es de Helena Tinoco y Mario Rendón; piano y composición musical, Alejandro Andonegui, percusiones, Bruna Garduño; mapping, escenografía e iluminación, Edgar Mora. La producción ejecutiva es de Erick Saúl E. y Erika Medina.
La calavera de cristal es un proyecto que cumple su propósito, llevar un buen producto y bien realizado al escenario, apto para todo público. El compromiso de Producción Escénica S.E y Lab teatro, es presentar teatro de calidad, con esta obra sin duda lo logran.
Las funciones son en La Capilla Teatro, Madrid 13, Col del Carmen Coyoacán, los sábados a las 12:30 horas, hasta el 16 de diciembre. Consulta precios y horarios de la obra, aquí.
No dejes de recibir en tu correo, Facebook o Twitter toda la información y los estrenos de las obras de teatro de la Ciudad de México.
¡Gracias!