Por Gina Fierro/ Conoce a los nominados a los Premios Cartelera en la categoría Mejor dirección.

Mario Espinosa

Egresado de la carrera de Dirección de Escena en el Centro Universitario de Teatro (CUT) y del Instituto Internacional de Teatro en Alemania, Espinosa ha sido el responsable de llevar teatro a los escenarios más importantes de la Ciudad de México.

Espinosa, miembro del Comité Ejecutivo de la Cátedra Ingmar Bergman en cine y teatro, UNAM, trae a cartelera Después del ensayo, una obra escrita por el guionista y director de teatro y cine sueco, Ingmar Bergman. En esta puesta, el director, quien posee más de 30 años de experiencia, utiliza algunos recursos multimedia para retomar el elemento cinematifrágico de una obra que estrenó en la pantalla grande. La historia se desarrolla en torno a Henrik Vogler, un director de escena que a través del encuentro con dos actrices de diferente generación, expone la labor de los creadores escénicos, su pasión y sus debilidades.

Boris Schoemann

Al frente del Teatro La Capilla y de la compañía Los endebles, este director ha sobresalido por su larga trayectoria, así como por su resistencia al teatro, impulsando el quehacer de las nuevas generaciones de actores. Originario de París, Francia, Shoemann ha construido su carrera escénica en México desde 1989 como maestro de teatro, director, actor y productor.

A cargo de la dirección, Schoemann presentó la puesta en escena Las musas huérfanas de Michel Marc Bouchard. Protagonizada por la compañía Los cuatro gatos, la obra fue montada en un dispositivo escénico simple en el que con los mínimos elementos se desarrolla la historia de cuatros hermanos que, después de 20 años, se reúnen para esperar la llegada de su madre. Envueltos en la tensión de su pasado, estos hermanos se revelan unos a otros sus envidias, secretos y todo aquello que los ha mantenido separados.

Alejandro Ricaño

Con montajes que han quedado en la memoria de sus espectadores, como El amor de las luciérnagas o Más pequeños que el Guggenheim, Alejandro Ricaño sigue llegando al corazón del público mexicano. En esta ocasión lo logra con un montaje que rompe con su estilo delicado con el que empapa sus obras, La guerra en la niebla, una historia que expone la crudeza de la pérdida de un familiar, víctima de la desaparición forzada.

Con un historia construida con hechos reales, Ricaño habla sobre lo que sucede al interior de una familia que padece la desaparición de uno de sus hijos. Desde la visión de una madre, un padre, una hermana y un tío, la historia desdobla la angustia, la resignación, la desconfianza hacia las autoridades y la frustración de no saber si un día volverán a ver el rostro de un joven, que salió y nunca volvío.

Alonso Íñiguez Sosa

Egresado de CasAzul como actor, Íñiguez siguió por el camino de la dirección gracias a la invitación del maestro José Caballero para dirigir un montaje. En este campo, Íñiguez ha subido a escena obras como Bright ideas, Hipopotamiga y Tréplev: Taxidermia en cuatro actos.

Con un lenguaje escénico muy particular que rompe constantemente con las convencionalismos del teatro, el joven director se ha posicionado como una figura contemporánea de la escena nacional con propuestas arriesgadas, tal es el caso de Noche de reyes, obra de William Shakespeare que adapta en una versión única de cabaret. Noche de Reyes atrajo la atención del público con una historia protagonizada por personajes andróginos, que con guiños de clown, utilizan la música y el humor en su parte más aguda para traer de vuelta la comedia más famosa de William Shakespeare.

Mauricio García Lozano

Con una amplia lista de montajes y óperas en su haber, García Lozano ha demostrado que su ingenio para los clásicos es capaz de sorprender a la audiencia. Ricardo III, Medida por Medida, El burlador de Sevilla, El hombre de la Mancha y recientemente Romeo y Julieta, son algunos títulos que ha presentado bajo su sello, el cual apuesta por la destreza de sus actores, así como por la creación de mundos a partir de la imaginación de sus espectadores.

Con una propuesta que toca la cotidianidad del lenguaje, García Lozano refresca la clásica historia de amor de Shakespeare al poner un énfasis en el ambiente de odio en el que Romeo y Julieta se vieron envueltos. A partir de esta premisa, el director juega con sus personajes no sólo para recordar la historia que todos conocen, sino para hablar del impacto de la violencia en los más jóvenes, así como exponer lo que cualquier persona vive o sufre cuando se enamora. De esta manera, la propuesta resulta una historia actual, aderezada con un toque de humor.

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