Foto: Roberto Sosa
Por Saúl Campos/ A través de una misteriosa tempestad, un Gobernador ha logrado escapar de las deudas que tenía pendientes con un grupo de asesinos, encontrando del otro lado del chubasco la morada de dos viejos sabios de apellidos Europeos que están a cargo de una mujer recia con un instinto de seducción al rojo vivo. Cuando el caballero se encuentre frente a las líneas de pensamiento de ambos hombres, su visión de la realidad que lo abarca y ahoga se verá alterada, quizás a favor de un sueño imposible, quizás en una tragedia necesaria.
Bajo una acertada dramaturgia y dirección de Aurora Cano llega Cervantes Versos Shakespeare. Una espectacular puesta en escena acerca de los valores que construyen a la sociedad, vista desde las aristas que construyeron los mundos del Príncipe de los ingenios y del Bardo de Avon.
Las letras de Cano, conjuran una disertación sobre el ser y el deber ser de los hombres en medio del conflicto social que nace en uno mismo cuando decide si se dejará llevar por el camino de la humildad y el bienestar social o aquel de enajenamiento y hedonismo en esplendor.
Hay una crítica social fuerte que la autora busca avivar en la inspiración de las máximas figuras de la literatura que han creado los estilos y estructuras que rigen lo que se escribe actualmente. En ella, las esperanza de un bienestar social por medio de la congregación de sus partes a una ruta positiva, termina por enjurar un reclamo a la misma sociedad para actuar a favor de sí misma, viendo por el bienestar del otro.
Para dar vida a la arenga de Cano, las grandes actuaciones de Sonia Couoh/ Celilia Ramírez Romo y Guillermo Nava/Luis Eduardo Yee (alternando), se conjuntan con una maestría en actuación a cargo de David Hevia (Cervantes) y José Carlos Rodríguez (Shakespeare), quienes simplemente dejan en claro lo que significa construir a un héroe a través de su mito y dar vida a un personaje haciendo que las tablas resuenen de talento.
Sumados a los geniales, detallados y oníricos diseños de escenotecnia, vestuario y música de Mario Marín Del Río, Ignacio García y Raúl Munguía, el montaje logra llevar a su audiencia hacia un limbo esperanzador que quiebra la realidad para declarar un estado de revolución del pensamiento y hacerla válida frente a la afrenta de los cuerpos.
Cervantes Versos Shakespeare es un ejemplo de cómo honrar a los clásicos a través de sus discursos más profundos, ejerciendo el cometido del teatro de las épocas de ambos autores, con la flama viva de despertar a las masas a través de sus conciencias. Algo que definitivamente se está efectuando en nuestro país. Tan sólo es cuestión de no olvidar que de nada sirve encender la llama, si no se aplica en ella para provocar el cierto grado de calor necesario.
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