Por Saúl Campos/ Tres parejas de diferentes edades se someten a una innovadora técnica de terapia, en ella la terapeuta -ausente- les ha dejado varios sobres que contienen puntos importantes a resolver y que han sido previamente explorados entre las parejas y ella. A medida que los sobres son abiertos, se darán cuenta de que los problemas de los demás guardan cierta similaridad con los suyos, y que hay cosas por descubrir que quizás no sean tan ligeras de llevar.
Bajo la dirección de Daniel Veronse, Bajo Terapia de Matías del Federico se presenta en el Teatro Zéntrika (antes Banamex, antes La Costeña, bueno, el de Santa Fe) como una opción, que si bien es de difícil acceso en cuanto a su ubicación, merece toda la pena ser vista.
A través de esta comedia de amenaza, el autor nos va llevando por los temas claves de la pareja: la comunicación, la confianza, la fidelidad y todo lo que conlleva sobrevivir a través de los años conservando un vínculo junto a alguien. Si bien podría sonar a un argumento conocido, los giros que propone la historia por medio de sus personajes van acrecentando la tensión para conocer los verdaderos colores de éstos.
La dirección de Veronese propone una dinámica de caos coral en la cual, el elenco conformado por Yolanda Ventura, Juan Ignacio Aranda, Fernanda Borches, Luz Ramos, Arath de la Torre y Luis Arrieta, va creando una cohesión de argumentos que adquieren un tono más agresivo en cada intención, llevando al espectador por un camino sinuoso que causa una incomodidad atrapante.
Bajo Terapia es una comedia, empero, los temas que aborda rumbo a su recta final se tornan bastante oscuros y son bien llevados por la dirección y actores, de tal forma que el giro resulta impactante. Veronese toma a su elenco y los coloca a todos en el mismo nivel para permitir que lejos de las figuras, la psicología de cada personaje sobresalga y sea lo que llene el escenario.
Si bien la escenografía podría ser menos sobria y explicativa, el diseño de vestuario de los personajes construye junto con la visión de dirección, arriesgando -en algunos casos- la apariencia física de los actores a favor de contar la historia, una labor que actualmente pareciera estarse olvidando en el teatro comercial.
Esta es una obra para todo aquel que tenga o haya tenido pareja. Es una explicación directa de cuando las relaciones se deben soltar a tiempo, para evitar un final más arriesgado o una serie de actos físicos y psicológicos de los que se pueda arrepentir después.
Vale la pena ponerse Bajo Terapia, analizar el rumbo por el cual hemos llevado nuestras propias relaciones y a través de ese espejo, ser testigos de lo que se puede salvar, mejorar o dejar a un lado.
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