Por Saúl Campos/ Durante muchos años, Dios ha sido objeto de diferentes quejas y reclamos, es por eso que ha decidido manifestarse de nueva cuenta en la tierra, para dejar en clara su postura del actuar de los humanos e instaurar los nuevos 10 mandamientos bajo los cuales se regirá el nuevo camino a seguir. Dado que sus caminos para actuar son misteriosos, ha decidido hablar a través de la forma del controversial Horacio Villalobos, ¿Será la mejor decisión para guiar a los hombres por el nuevo deber ser?
El Teatro Xola presenta Un Acto de Dios, original de David Javerbaum, protagonizada por Horacio Villalobos, junto a Juan Ugarte & Aldo Gallardo, todo bajo la dirección de Pilar Boliver.
Lo primero que uno puede pensar al adentrarse a esta puesta es… ¿Horacio Villalobos, el conductor de espectáculos y sátira sociopolítica, haciendo una obra que hizo Jim Parsons?, ¿De nuevo? (Parsons interpretó el mismo personaje que Villalobos en la versión americana de The Normal Heart, Un Corazón Normal). Para fortuna del espectador, resulta que Villalobos es la opción perfecta para llevar a cabo tal cometido.
En esta puesta, la figura de Dios es analizada desde un lado más humano. A medida que responde a las dudas existenciales de los humanos y resuelve los misterios de la creación, es cuando nos vamos dando cuenta, que si él hizo al hombre a su imagen y semejanza, ésa es quizás la clave del por qué muchas de sus historias lo ubican como un ser de moralidad y comportamiento cuestionable.
Si Dios es idéntico hombre, Dios es entonces tan bueno y lleno de virtudes, cómo egocéntrico, egoísta, celoso y sociópata. Bajo esta reflexión, Javerbaum nos entrega un texto irónico, satírico e hilarante, en el que la necesidad de reflexionar acerca de las creencias y normas de vida que nos rigen se torna en una disertación sobre reiniciar a la sociedad desde cero por el bien de la misma.
Villalobos encuentra en el texto de Javerbaum un idioma familiar, con el cual no tiene complicación alguna para expresarse; por ende, en conjunto a la acertada dirección de Pilar Boliver y la buena química reflejada con sus otros dos compañeros de escena, la misión de mostrarse como un ser todopoderoso es cumplida con éxito. Villalobos puede no tener un rango actoral extenso y con una trayectoria basta; sin embargo, en esta puesta nos entrega una interpretación detallada, franca y sumamente divertida, un claro ejemplo de que cuando un actor decide confiar en su director, los resultados pueden ser fascinantes.
Adicionalmente, la escenografía e iluminación de Sergio Villegas, logran transportar a la audiencia a un punto celestial y pacífico, ideal para darle un giro de 360º con la acidez de la trama que se desencadena en escena.
Un Acto de Dios es una puesta de gran calidad que está cocinada bajo la sazón cómica correcta. Una auténtica oportunidad para reflexionar sobre aquello que le confiamos a seres invisibles y que quizás deberíamos accionar desde nosotros. Negarse a escuchar la palabra de Dios, sería totalmente un error.
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La vi en streaming, esperaba mucho mas, se que la experiencia no es la misma, muchos de los chistes se me hicieron tediosos, predecibles incluso obsoletos, a pesar de esto la parte final es contundente, mensaje certero, logras empatizar con el personaje de DIOS, las actuaciones esta de mas decir que son buenas, Horacio va perfecto con el personaje por lo cual hay que darle una oportunidad para verla.
Una obra divertida, que expresa algunas de las ideas que las personas escépticas de la religión hemos pensado alguna vez, con humor negro, me encanto
El día que asistí a la obra llevaba mejores expectativas, y se me hizo una falta de respeto con el publico ya que en ocasiones jode mucho al publico, ese día un asistente se retiro de la función muy molesto.
Obra irreverente. No está mal, pero no del todo bien. Se cuentan algunos chistes que Horacio ya contó en sus programas de radio y tv. Salí del teatro con la sensación de que algo faltó