Por Gina Fierro/ “Estoy muy emocionado por este reconocimiento, creo que es un deber decir la ‘neta’: el teatro es un arte compartido y es innegable que lo quiero compartir con todos los directores que me han aguantado, con todos los actores que he disfrutado, en la creación de personajes y papeles muy importantes a lo largo de muchos años, a varias generaciones de artistas; técnicos que han puesto la luz, que son los que construyen, que son los que pintan, que hacen utilería, sin los cuales no habría teatro. En nombre de todos, recibo esta medalla”, expresó Alejandro Luna al recibir la Medalla Bellas Artes.
La noche de ayer, el reconocido escenógrafo Alejandro Luna recibió la Medalla Bellas Artes por su importante labor y larga trayectoria dentro del teatro mexicano. La ceremonia de premiación se llevó a cabo en la Sala Manuel M. Ponce con la participación de diferentes representantes del teatro como Luz Emilia Aguilar Zinser, traductora, investigadora y crítica de teatro; y Alberto Villareal Díaz de Bonilla, autor, escritor, traductor y director de teatro. “Nos pareció muy importante que hubiera diferentes voces que hablaran sobre la experiencia contigo y de tu carrera, por lo cual hemos oído a varios de tus compañeros de viaje y nos pareció muy acertado tener a dos de los cómplices del teatro mexicano”, señaló Juan Melía Huerta, Coordinador Nacional de Teatro del INBA y mediador del evento.
La Secretaría de Cultura y el Institut
o Nacional de Bellas Artes otorgaron la presea durante una ceremonia que enalteció los trabajos escénicos y la trascendencia que ha representado la labor artística de Luna.
“Alejandro ha sido fundamental en la historia de la escena mexicana. En el devenir del arte escénico en México, numerosas personas han construido referentes, han abierto caminos y renovado lenguajes, ninguno ha tenido la trascendencia, el bagaje y diversidad de saberes; la capacidad de síntesis, de interconexión, de imaginaciones y perspectivas, la correspondencia con su tiempo de Alejandro Luna, quien ha transformado la escena del país a lo largo de más de medio siglo con su trabajo, ideas, cuestionamientos y provocaciones”, detalló Luz Emilia Aguilar.
Previo a la entrega de la medalla, María Cristina García Cepeda, Directora General del INBA, citó al dramaturgo Hugo Hiriart, al decir que “Alejandro es un monstruo, un prodigio inexplicable en el teatro y es para mí un privilegio estar aquí esta noche, para reconocer a este asombroso creador escénico, su generosidad, su pasión y su vigor extraordinarios”.
“Sus aportaciones al teatro contemporáneo, su maestría en el manejo de la luz y el espacio, la complicidad artística lograda con los directores, con los que ha trabajado y los múltiples escenógrafos e iluminadores que han abrevado de sus enseñanzas, nos hablan de este artista insustituible”, añadió García.
“Querido Alejandro, tu obra es un arte vivo y abierto a jugar con todos los elementos que hacen vibrar un escenario, tu trabajo es un sello imborrable en la historia del Teatro de México. Ludwig Margules dijo que colaborar contigo significaba la posibilidad de crecer artísticamente y era estar en presencia de la genialidad”.
El homenajeado recibió la presea de manos de García Cepeda, quien concluyó con las siguientes palabras: “La medalla que hoy tenemos el honor de entregarte, representa el reconocimiento de las instituciones y de la comunidad artística a tu brillante trayectoria. Te hacemos entrega de esta medalla con todo cariño y la bendición. El Instituto Nacional de Bellas Artes nos sentimos orgullosos de ser el espacio donde tu creación siempre ha deslumbrado y lo seguirá haciendo con el gran público de nuestro país”.
“Yo no quisiera que se viera la escenografía aparte del teatro, me parece ridículo, me interesa el teatro, la escenografía es una parte que tiene que estar por ahí […] Mi trabajo es imposible sin actores, sin directores, sin músicos, sin iluminadores, sin carpinteros, sin maquillistas, es un mundo el que hace el teatro”, expresó el escenógrafo en entrevista para medios al finalizar el evento.
A la noche de premiación asistieron creadores escénicos y diferentes figuras de la comunidad teatral, quienes acompañaron al artista en un momento importante de su carrera, entre ellos Enrique Singer, actor, productor y director de escena, asimismo, los hijos del escenógrafo, María y Diego, se hicieron presentes.
