Por Gina Fierro/ La ficción es un elemento básico en el teatro, ya que ésta siempre va de la mano de sus historias. Sin embargo, existen propuestas escénicas que parecen alejarse de ella, o incluso omitirla de sus discursos y que desvanecen en el escenario los límites entre la representación y lo real.
Este es el caso del teatro al límite, capaz de intimidar a sus asistentes. Propuestas escénicas que han llevado al extremo a sus actores y a su público con contenidos que demuestran lo atroz que puede ser la realidad humana.
Los creadores que han roto con la convencionalidad de los discursos escénicos, han encontrado distintas vías para hacerlo, éstas incluyen actos violentos explícitos, sacrificios de animales en escena, actos sexuales, sadomasoquismo, etcétera.
Psico/Embutidos
En México, uno de los referentes del teatro extremo lo encabeza Richard Viqueira, un director que ha desarrollado su propio teatro de riesgo, llevando al límite a sus actores y con ellos, al espectador.
Uno de sus trabajos más recientes es Psico/Embutidos, un montaje que por todas sus características “es una guerra de trinchera entre espectadores y actores”, apunta Richard Viqueira en entrevista exclusiva para Cartelera de Teatro.
Foto: Samuel Padilla
“He llegado a la conclusión de que mi teatro es un laboratorio sobre el miedo, quizá una réplica poetizada de la realidad social de mi país”, subraya Viqueira, autor y director del montaje.
Con este montaje, Viqueira confronta a los actores con el público por medio de un encuentro casi carnal. La obra está situada dentro de un aparato escénico, diseñado por Jesús Hernández, compuesto por varios pisos por los cuales los espectadores caminan, encontrando en cada uno de ellos una escena distinta interpretada por actores desnudos.
“La idea era confrontar la mortandad y la desnudez de una persona con otra. No me interesaba un desnudo erótico, sino uno antropológico. Poder ver el tránsito de la edad sobre la piel, las heridas y las cicatrices que nos definen, y con las cuales se calcula la dimensión del ser. Son dos desconocidos en dos metros cuadrados y eso me pareció un acto íntimo al que podíamos transitar”, detalla Viqueira.
La respuesta del público impresionaría a cualquiera, incluso algunos espectadores han reaccionado desprendiéndose de sus ropas. Actualmente, la puesta en escena se encuentra de gira por Brasil, donde el público ha reaccionado de la misma forma. “Pensábamos que (quitarse la ropa) era un fenómeno exclusivamente local (de México), pero nos admiramos al ver que en Brasil ocurre el mismo comportamiento, sin que ellos (los espectadores) conocieran la obra de antemano, ni tuvieran referentes”, señala el director.
“Creo que lo vital del teatro que hago, es que el espectador está obligado a tomar decisiones y a brindar la resistencia esperada […] Para mí el teatro debe devolver lo humano a lo que se ha transformado en inhumano; las relaciones, los tiempos, las políticas. El teatro debe hacerlas retornar al ámbito de lo íntimo”, apunta el autor.
Ternura suite
Otra propuesta que llegó a los límites de la ficción fue la puesta en escena Ternura suite, escrita por Edgar Chías y dirigida por Viqueira. Sobre este montaje, su director nos cuenta “con esa obra decidimos que nos rehusábamos a embellecer la violación sexual de cualquier ser humano. Por lo general, en el teatro lo bestial se endulza para ajustarlo al canon estético. Nosotros decidimos negar absolutamente la belleza de un acto tan atroz y presentarlo con toda la crudeza que nos fuera posible”.
Bajo esta concepción, la obra mostraba fielmente hechos de violencia física y sexual que iban desde meter un roedor en la boca de uno de los actores, hasta introducir objetos en sus genitales. Al respecto, Viqueira subraya “no estábamos celebrando al delincuente, sino mostrando a la víctima en toda su vulnerabilidad humana encarnada por supuesto en la de los actores, que en este caso se convertían en mártires a favor de un discurso común de esa compañía. Necesitábamos que un delito tan grave tuviera un discurso igual de grave”.
“A mi teatro la gente viene a sufrir conviviendo por elección y no por la obligación política que le impone su circunstancia y su entorno. Se decanta por una preferencia estética por oposición a una constancia política. Quizá venga para aprender a temer mejor, quizás nos gusta temer juntos. Porque el teatro nos entrena en el temor de lo primitivo y lo sagrado; en eso creo y a eso aspiro”, concluye Viqueira.
Estr3sados
Este espectáculo, protagonizado por Fernanda Tapia, es una propuesta que muestra a los espectadores las técnicas de sumisión que propone el sadomasoquismo (BDSM). “Es sadomasoquismo, pero llevado al show […] Tratábamos de darle al público una imagen general de qué es esta disciplina, que a su vez engloba otras tantas”, apunta Fernanda Tapia para el medio.
En escena, la actriz es sometida por su amo, quien vierte sobre ella gotas de cera caliente, agrega toques e incluso coloca algunas agujas en su espalda para formar con un listón una especie de corsé. Sobre dicha experiencia escénica, Tapia detalla “es un proyecto (que desarrollé) con la gente de ‘Calabozo X’, ellos son divulgadores de educación sexual, que son (Marqués) Alexander y Kristal (de Sade)… Junto conmigo, que en el ámbito coloquial y normal soy sumisa del amo Alexander, decidimos llevar esto al escenario y abrirlo… para decirle al público: ‘¿Les gusta dar una nalgada?’, no se espanten, no están enfermos, pero también hay técnicas para hacerlo”.
La conductora afirma que su experiencia al representar S3sados fue “muy placentera”. Como practicante de tales técnicas, Tapia declara que la intención de teatralizar este tipo de discursos es con el fin de “que abran los ojos y que sepan que hay muchas realidades alternas a las de ellos y que una no debe imperar sobre la otra. Todos cabemos en este mundo, sobre todo ahorita que hay tanta negación por parte de unos grupos de reconocer los derechos humanos de otros”.
El espectáculo se presentó durante el 14 Festival Internacional de Cabaret en el Teatro Bar el Vicio, así como en el Multiforo Urbano Bajo Circuito.
Lo que soñé ese día que me quedé dormido bajo el puente
Foto: Entretenia
Con esta obra, el autor Antonio Zúñiga explora la soledad del ser humano y su aislamiento, a través de sus perversiones y pasiones más bajas.
En mayo de 2015, Juan Carlos Araujo escribió para Entretenia “el director encargado de llevar toda esta podredumbre humana a la escena es José Alberto Gallardo, quien presenta con todo lujo de detalle toda esa oscuridad perversa que se encierra en la mente de cada uno de los personajes, mostrando con impactante realismo escenas tanto de violencia como de sexo. Gallardo cruza una y otra vez la muy delgada línea entre la ficción y lo real sin miramientos o censura, muchas veces para desconcierto, shock o repudio de los espectadores, en una franca búsqueda de la verdad”.
Entre otros montajes, éstas son las puestas en escena que son muestra de montajes que llevan al extremo su propuesta, así como de aquellas ideas que mueven a sus creadores a exponer con crudeza una realidad. “Creo que todo debe ser conocido, mostrado. Puedes estar o no de acuerdo con ello, pero tú ya lo conoces, entonces ya sabes qué opinas”, subraya Fernanda Tapia.
Por su parte, Richard Viqueira nos comparte un decálogo personal que utiliza para desarrollar un teatro de riesgo, “me he propuesto un Decálogo del Teatro del Riesgo que intento mantener y que contiene lo siguiente…”
1. Usa tu dolor físico como manifiesto político.
2. Todo faquir odia las caricias.
3. El actor es atleta y suicida a partes iguales.
4. Incendia el teatro de ser posible.
5. Haz del espectador tu rehén.
6. Déjate morder por el espectador.
7. Espectador mata al actor: vuélvete actor.
8. Vive el teatro como si buscaras morir en él.
9. Todos peligran en el teatro porque deciden coexistir entre desconocidos.
10. Aprender a morir unidos, de eso trata el teatro de riesgo.
Finalmente, detrás de cada discurso hay una intención, y según la decisión del espectador, es la cantidad de salas a las que estas propuestas llegarán.
Videos
ATENCIÓN. El siguiente material contiene imágenes que podrían herir la susceptibilidad de algunas personas. Es responsabilidad de cada usuario su reproducción.
Ternura suite
Estr3sados
Lo que soñé ese día que me quedé dormido bajo el puente
