Por Itai Cruz/ Alguna vez te has preguntado, ¿ por qué debo ir al teatro? Si no sabes qué responder, aquí te damos cinco buenas razones por las cuales no puedes dejar de ir.
1. Una experiencia irrepetible. Cuando acudes a un espectáculo teatral, vas a ver a personas que se pueden equivocar, incluso pueden llorar, un día pueden dar el mejor show de su vida y otro no, haciendo del teatro una experiencia única e irrepetible. Recuerda que los actores constantemente intentan demostrar sus capacidades histriónicas para que disfrutes del teatro, aunque no siempre la calidad de los espectáculos lo demuestren.
2. El teatro también divierte. Tomemos en cuenta que uno de los principales objetivos del teatro, es entretener al público. Aquí el gusto se rompe en géneros y edades, lo que puede ser divertido para uno, para otro no. Mientras más obras de teatro veas, podrás crearte un criterio de lo que te gusta. Sé como un niño, ellos se la pasan increíble, ya que son partícipes de lo que les ocurre a los personajes y son capaces de imaginar y ser empáticos con ellos.
3. Amplía tu cultura. El teatro es como leer un libro, ir al teatro te da cultura. Aunque el objetivo del autor no siempre sea educar, al final de una obra siempre te llevas algo, ya sea como experiencia o material informativo. Y claro, encontrarás obras con temas históricos o de autores clásicos, con las que podrás enterarte de fragmentos de la historia que tal vez no conocías.
4. Déjate llevar por tus emociones. El ver una obra es arriesgarte a vivir diferente emociones en poco tiempo, que te pueden llevar de la risa al llanto. El contenido de las obras muchas veces se parece a ciertas vivencias de la audiencia, creando un vínculo emotivo entre el personaje y el espectador. Así que no te sientas mal, por reír, llorar o enojarte durante la obra, es normal.
5. Eres parte de la obra. Así es, al final de la obra tú tienes el veredicto final. La famosa cuarta pared cumple un papel importante, en la mayoría de los casos, mucha gente aplaude por cortesía o educación, y esto hace que los actores se vayan contentos; pero si no lo haces, no pasa nada. Tienes el poder de expresar tu disgusto, no es necesario abuchear o ser grosero para que los actores se den cuenta que la obra no gustó, el simple hecho de no aplaudir representa algo negativo para el elenco.
