Por Itai Cruz/ La obra comienza con una breve explicación acerca de los fractales, figuras geométricas que se repiten hasta el infinito, una suerte de analogía con aquellas situaciones negativas que suelen repetirse en la vida del personaje, que lo bloquean y no le permiten avanzar.
Nuestra protagonista, Ana, es una joven actriz que ha decidido cruzar el Atlántico para cumplir su sueño de participar en una película de González Iñárritu, motivo por el que viaja a España. Durante el casting, Ana no consigue interpretar un buen papel y recibe comentarios como “estás bloqueada”. Devastada y aturdida, regresa a México reflexionando sobre el por qué de su “bloqueo” y, a partir de ese momento, se desarrolla la trama.
El montaje de la compañía veracruzana Los Tres Tristes Tigres y Los Guggenheim, que estrenó en 2013, está escrito por el dramaturgo Alejandro Ricaño y dirigido por Adrián Vázquez. El elenco lo conforman las actrices Ana Lucía Ramírez, Luna Beltrán y Estefanía Ahumada, quienes interpretan el mismo personaje, Ana, Ana y Ana un fractal rompiéndose al infinito.
Ramírez, Beltrán y Ahumada muestran a un personaje inseguro, una chica un tanto gris, a quien le cuesta tomar decisiones importantes a lo largo de su vida, que ha perdido a sus padres desde los cinco años, criada por sus tíos y que es acosada por las ideas que le impusieron en su niñez. El espectador conoce el interior de la joven en un viaje en donde Ana confronta sus recuerdos de la secundaria, su primer amor, el sexo, su pasión por el teatro y los intermitentes viajes a España para audicionar.
De esta forma, las tres Anas nos revelan las cicatrices que se han acumulado a lo largo de su vida, acompañada de experiencias radicales que le han enseñado a bloquear todo tipo de sentimientos y conducido a ser insensible, no sólo en sus relaciones, sino en su trabajo y su vida. Ahora convertida en adulta, Ana es una mujer temerosa e incierta, lo que le impide desempeñar un buen papel en todas sus audiciones.
Con este contexto, la obra plantea una fuerte crítica hacia las estructuras sociales y las normas de convivencia que en muchos casos impiden la libre expresión de los sentimientos. La puesta cuenta una historia cruda, teñida de comedia, que a pesar de tener pocos recursos escenográficos, consigue llevar al espectador a distintos lugares y situaciones con el potente poder de la evocación, gracias a las voces de tres estupendas actrices.
Fractales se presenta en el Teatro Helénico, ubicado en Av. Revolución 1500, Col. Guadalupe Inn, consulta precios y horarios de la obra aquí.
