Por Gina Fierro/ El día de ayer se dio a conocer el fallecimiento del productor de teatro Everardo Trejo, quien se encontraba a cargo de la producción del montaje El Ornitorrinco. La noticia sorpendió a muchos, ya que Trejo se encontraba activo en la promoción de su obra y sin aparentes problemas de salud.

De acuerdo con los médicos forenses, la causa de muerte del productor se debió a un paro cardiaco. “Murió de un infarto en su cama […] Nadie se esperaba esto porque era un hombre en buena salud”, apunta en entrevista exclusiva para Cartelera de Teatro el director Alberto Lomnitz, socio y amigo del productor.

“Creo que casi no hay nadie en el teatro en México, o por lo menos en al ámbito institucional, que no le haya tocado trabajar con Everardo. Era una persona muy trabajadora. Tenía una personalidad muy afable, siempre con una sonrisa, siempre resolviendo problemas. Características fundamentales para un buen productor”, apunta Lomntiz.

Ante su deceso, la comunidad teatral ha expresado sus condolencias. Entre ellas, la compañía Seña y Verbo: Teatro de sordos, de la cual Trejo fue fundador y, por más de 19 años, gestor y productor.

La historia de Everardo Trejo dentro del teatro, y quizás como la de muchos productores dedicados al medio, no es conocida por muchos. Aquí un texto del actor Raúl Adalid Sáinz, que comparte a través de redes sociales, y que describe de una manera íntima la labor de Trejo detrás de los escenarios mexicanos.

Everardo Trejo, un productor ejecutivo de esos “que no se ven”

Qué es un productor ejecutivo? Una respuesta es aburrida. Los que vimos trabajar a Eve, sabemos lo que era ese oficio.
Everardo preparaba, organizaba, conseguía lo que había que tener para levantar un proyecto teatral. Negociaba. De un presupuesto hacia maravillas. Compraba vestuario, utilería, lo necesario para una producción. Era el ejecutante de las costuras internas de un proyecto. Una vez en funciones estaba al tanto que todo marchara en orden para dar tercera llamada. Terminada la representación, Eve dejaba todo en orden para la función del día siguiente. Everardo era un pulmón, un motor, matizando su actividad con su gran sentido del humor, con una sonrisa. Eso es para mí un productor ejecutivo. Hoy que recuerdo la actividad de Everardo puedo describir esa función.

Conocí al mejor productor ejecutivo teatral en el año 2004. Alberto Lomnitz me invitó a participar en la “Compañía Seña y Verbo” en el espectáculo “Paah”. Everardo Trejo era el productor de la compañía y socio de Alberto.

Su dinamismo llamó mi atención. Solvente en las giras. Resolvía. Discurría. Se manejaba como pez en el agua en los aeropuertos. Tuve el enorme placer de viajar a Los Ángeles California al estreno del espectáculo. Eve y su trabajo fueron fundamentales. Hablaba inglés. Sabía el lenguaje de señas para interactuar con los sordos. En Los Ángeles fungió como intérprete en el espectáculo. “Paah”, era una obra dónde los actores hablantes interactuábamos con actores sordos.

Everardo fue actor además. Su trabajo en la película, “Carmín Tropical”, fue de primera. Un entusiasta del mundo ficticio.

La vida me volvió a juntar con Everardo cuando se integró como productor ejecutivo de la obra teatral: El Panfleto del Rey y su Lacayo (La Monarquía Casi Perfecta) de Cutberto Lopez. Su trabajo estupendo. Clave. Fundamental. Su sonrisa y charla con una cheve después de función maravillosas. Su presencia, era su presencia de compañero imprescindible. Recomendaba lugares buenísimos para comer, como esas pizzas de Miami a donde nos llevaste en aquella gira entrañable.

Everardo te vamos a extrañar y mucho. La vida me dio la oportunidad de conocerte. De tomar contigo ese “Bacardí limón” que te gustaba. De compartir el Teatro. Y de conocer al mejor productor ejecutivo teatral con el que haya trabajado.

¡Gracias Eve, gracias!
Raúl Adalid Sáinz, en algún lugar de la Comarca Lagunera.

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