Por Itai Cruz/ El compositor mexicano Macedonio Alcalá Prieto, creador de la pieza “Dios nunca muere”, que se convirtió en el himno de Oaxaca, es recordado este 24 de agosto, a 147 años de su muerte.
Macedonio Alcalá Prieto, nació el 12 de septiembre de 1831 en Oaxaca, creció en el seno familiar con su padre Antonio Alcalá Juárez y María Guadalupe Prieto Acuña.
En su infancia realizó actividades del campo mientras escuchaba música, ese fue su primer acercamiento y en la adolescencia tomó la decisión de estudiar poesía, redacción, composición clásica y orquestación, además aprendió a tocar el piano, órgano, violín, viola, violonchelo, contrabajo y guitarra.
El talento de Macedonio era evidente y el gobierno de su estado natal le otorgó una beca para estudiar en la Ciudad de México, donde se unió a la Sociedad Filarmónica de Santa Cecilia. Con esta agrupación interpretaba piezas de compositores mexicanos en fiestas religiosas y al mismo tiempo tenía presencia en diferentes espacios interpretando obras en piano y violín.
Su arduo trabajo en la música fue recompensado al ser seleccionado como director de la Banda de Música de Oaxaca. Y en la década de los años 50 ya se presentaba con su propia agrupación en bailes y fiestas privadas en otros municipios.
Más tarde el compositor mexicano compartió su conocimiento y experiencias al ser profesor, tiempo después intentó regresar a la música, sin embargo, esta actividad no le daba los recursos económicos para mantener a su familia. Su distanciamiento de la música le provocó depresión y reefugiarse en el alcohol.
Sin embargo, su ánimo mejoró al ser contratado para componer un vals para la virgen de Oxaca, así surgió “Dios Nunca Muere”, inspirada en Dios y considerada como el himno de Oaxaca.
La vida de Macedonio Alcalá culminó a los 38 años de edad, el 24 de agosto de 1869 debido a la tuberculosis. Fue enterrado en el Panteón de Oaxaca, donde se interpretó su vals “Dios Nunca Muere”. Además de esta pieza, Macedonio heredó a su tierra natal sus composiciones “El cohete”, “Marcha fúnebre” y “Sólo Dios en los cielos”.
En 1903 se construyó un teatro que lleva su nombre en Oaxaca, la obra se concluyó en agosto y el Teatro Macedonio Alcalá abrió sus puestas por primera vez el 5 de septiembre del mismo año. Este recinto es un gran ejemplo de la arquitectura modernista con influencias francesas, característica del Porfiriato. Además de presentar obras de teatro, albergaba peleas de boxeo y funciones de cine, pero fue hasta la remodelación ocurrida a finales de los 90, a raíz del terremoto de 1999, que se restringió para uso cultural. Después de esta remodelación, abrió sus puertas en el 2004.
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DIOS NUNCA MUERE, ME LLEGA HASTA LOS COGOLLOS DEL ALMA, COMO A TODO OAXAQUEÑO.
Increíble pieza musical y la historia de su compositor muy sorprendente, por qué el tenía un gran talento, pero siempre para los grandes artistas, les es muy mal pagado.
Adoro este vals, además de que me hace recordar a mi adorado padre.
Gracias por tan excelente información.un saludo.