Por Luis Santillán/ Dentro del Movimiento Teatro Íntimo Para Departamentos se presenta Demonios de Ingrid Águila. Una de las características centrales del Movimiento radica en volver espacio teatral casi cualquier espacio, el convivio con el fenómeno escénico adquiere características particulares que brindan una experiencia que debería ser tema de reflexión en otra nota por los muchos puntos a tratar.
Demonios texto y dirección de Ingrid Águila está estructurado con aquello que la dramaturga Ximena Escalante denomina “huella de dolor”. La construcción de cuatro personajes aporta los bloques anecdóticos, no existe una línea de desarrollo sino la suma de situaciones a partir de un encuentro de los personajes involucrados. Es importante entender la estructura dado que hay ausencias en cuanto un desarrollo anecdótico que podría generar una errada interpretación de la propuesta, los bloques funcionan a partir de confrontar las “huellas de dolor”, traducidas en la propuesta como “los demonios” de cada personaje. El texto tiene características cercana a la “pieza”, por lo tanto la respuesta de los personajes ante las situaciones son los componentes que producen la progresión.
El proyecto, parafraseando a la directora, surge a partir del encuentro y el deseo de colaborar entre las actrices, está alimentado por las aportaciones de cada una de ellas y elevadas a ficción por el trabajo autoral de Águila, es un proyecto que nace de la exploración pero se presenta al público como una propuesta terminada, es decir, no se nota el andamiaje de construcción sino los resultados.
En la función presenciada el anfitrión fue Paco Colmenero y el reparto fue: Ingrid Águila, Paus Marrón, Bianca Gaxiola y Tanya Valenzuela, Helena Puig fue quien introduce al espectador al espacio. Por las características del Movimiento, la actuación permite que la escala de creación de personajes sea de una proporción distinta a la que se requiere en un foro convencional, el trabajo corporal y el emotivo está más cerca de un ámbito naturalista.
En tanto que, aquello que sostiene a Demonios son los personajes, el trabajo de ellas requiere de detalles, matices, contrastes, aspecto que cada una de las actrices alcanza cabalmente. Da la impresión de que el personaje de Tanya Valenzuela requiere de mayor contención, está muy expuesta al ex abrupto y eso debilita su “demonio” porque lo vuelve unidireccional, caso contrario es el personaje a cargo de Paus Marrón dado que toda la sensualidad que demuestra está alimentada por algo que gradualmente se irá revelando permitiendo un giro sobre la lectura del personaje. Bianca Gaxiola construye sólidamente un personaje que ante los otros cumple la función del débil, es importante dado que pareciera que es quien pretende ser parte de la cofradía y debe pasar por la iniciación, y los contrasten son relevantes para impedir una mala lectura. Ingrid Águila, por un aspecto que parece una sabia decisión dado que está a cargo de la dirección, crea un personaje que sirve más de apoyo para los demás, tiene aportaciones importantes cuando ejecuta a los personajes circunstanciales.
La propuesta tiene bloques dancísticos, el mejor de ellos es el que trabaja con la canción “My body is a cage”, sin embargo, hay otros que quizá trabajan en contra del ritmo, sobre todo aquellos que no tienen una función más allá del “baile”
Sumarse a la propuesta de Demonios, ya sea como espectador o como anfitrión permitirá ver el trabajo de cuatro buenas actrices, un texto que propicia la identificación y una propuesta de dirección sensata ante el material de construcción.
Demonios como cualquier otra obra del Movimiento es itinerante, para saber dónde será la próxima función es mediante el twitter @demoniosolas o en @movteatro y en Facebook / Movimiento Teatro Íntimo Para Departamentos
