Por Luis Santillán/ Las chicas del carrer notariat 10, hazañas excitantes de unas confundidas de Ana Lucía Ramírez tiene una estructura que juega con la línea de tiempo, este juego permite que algunas escenas adquieran fuerza a partir de la fragmentación de la información, también permite que la línea anecdótica desarrolle una serie de situaciones sin tener que alimentar premisas concretas más allá de un detonador circunstancial.
El texto parte de una anécdota (un viaje para estar ante el ser “amado”) la cual deriva en situaciones, mismas que tienen un cierre sin que los eventos repercutan de manera concreta en los personajes. La autora propone un texto en el que se explora la amistad de 3 mujeres que comparten domicilio, se está ante un momento en la vida de ellas, si bien tiene bloques emotivos, otros llenos de gracia, da la sensación de faltar un punto de anclaje.
Karina Eguia es la directora. Logra un empleo del espacio propositivo, mantiene variaciones rítmicas que estimulan la construcción emotiva, mantiene en equilibrio los tonos y energía del reparto, a partir de los elementos escenográficos (cuyo diseño es de ella misma y de Austin Morgan) crea de manera ágil los diversos espacios que requiere el relato. Su labor es puntual, alejada de la ilustración, dando como resultado una puesta que en todo momento es estimulante. La parte débil recae en el encadenamiento de escenas, para las transiciones espaciales crea bloques de teatro gestual que si bien tienen gracia, rápidamente se desgastan porque producen la sensación de imposición. El momento de mayor logro es la secuencia de “Romeo y Julieta” tiene una contundencia tal que esos minutos por si mismos serían la mayor razón para ver la puesta en escena.
El reparto está conformado por Ana Lucía Ramírez, Patricia Lizeth Estrada y Esther Castro. Es estimulante la colaboración entre ellas en escena, trabajan todo el tiempo como un conjunto, cada una asume la discreción necesaria cuando su personaje no es el foco y mantienen la presencia cuando es el centro de la dinámica. Logran que se establezcan lazos empáticos entre los personajes y el espectador. Es gracias al trabajo de las actrices que el texto adquiere fuerza.
La propuesta de Las chicas del Carrer Notariat 10,… tiene varios fundamentos por los cuales amerita asistir a La gruta, uno de ellos es que permite que el público de la Ciudad de México pueda apreciar de uno de los mejores proyectos de Xalapa (no la obra en sí, sino el proyecto general de la compañía), es un texto de una de las autoras de mayor empuje de los últimos años, es un montaje que desde todos los ángulos puede apreciarse lo que es crear como compañía, en conjunto. Además de ser la opción para el público que busca una opción de gran manufactura.
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