Por José Islas/ David Alfaro Siqueiros fue mundialmente conocido por ser un gran exponente del muralismo, pero pocos conocen el breve paso que tuvo por el teatro.
Siqueiros fue escenógrafo del Grupo de Teatro de la Penitenciaría durante su estancia en la cárcel de Lecumberri (hoy el Archivo General de la Nación), además de escribir el guion de Brasa Viva, una obra que escribió siendo prisionero y que nunca llegó a montarse.
En su libro titulado Me llamaban el Coronelazo, Siqueiros escribe sobre la decisión que tomó de no limitarse a ser asesor del dramaturgo de la cárcel, Roberto Hernández Prado y emprender el mismo la escritura de otra obra de teatro, que pudo haber llevado por nombre Troglodita. El guion de Brasa Viva actualmente se encuentra en el archivo de la Sala de Arte Público Siqueiros.
Troglodita trata sobre una farsa con mucha pantomima que equipara a los diputados de su época con una tribu de salvajes dominados por un troglodita que lleva por nombre Mazmorras.
La obra además repoduciría por medio de coreografías grotescas el quehacer legislativo y la sucesión de un monarca absolutista.
Siquieros cuenta que quiso escribir esta obra también para despegarse del teatro mexicano al que consideraba muy cercano a los cánones extranjeros. Al igual que Brasa Viva, Troglodita jamás llegó a montarse.
