Mario Vargas Llosa volverá al teatro para esta vez protagonizar su más reciente e inédita obra Los cuentos de la peste, que abrirá telón en el Teatro Español de Madrid a partir del 28 de enero.

Al igual que otros dramaturgos como el italiano Dario Fo y el británico Harold Pinter, el autor peruano de 78 años de edad se convertirá en actor de su propio texto, sin que esta vez su papel solo se relegue al de relator durante el desarrollo de la trama.

Esta será la cuarta vez que el ganador del Premio Nobel de Literatura pise las tablas de un escenario de la mano de su compañera y amiga actriz Aitana Sánchez-Gijón, quien ha compartido escenario con Vargas Llosa en todas sus aventuras teatrales, siendo su musa inspiradora en lo que respecta a este arte.

“Para un escritor de ficción que se ha pasado la vida soñando historias, de pronto convertirse en personaje de una historia, aunque sea por ese tiempo fugaz de una obra, es realmente extraordinaria”, comentó el escritor durante la presentación de la obra a los medios.

Dijo estar interesado en la crítica que se hará sobre su papel y en la reacción que tendrá el público, y agregó que su preocupación tiene que ver no solo con recordar el texto, sino también con recordar las instrucciones del director, pues no quisiera desentonar con el trabajo de sus compañeros en escena ni defraudar a los espectadores.

“Siento nervios, muchos nervios, terror, pánico, miedo…Me pregunto cada día si no ha sido una locura meterme en esto”.

El humor, amor y las relaciones entre las clases sociales son las claves de esta pieza, inspirada en los relatos del Decamerón de Giovanni Boccaccio, en la que Vargas Llosa nos transporta a la Florencia del siglo XIV para dar vida al Duque Ugolino, que se encuentra encerrado con otros personajes en una villa a las afueras de la ciudad italiana. La peste bubónica azota la población, y los personajes intentan salvar la vida mientras se cuentan historias unos a otros.

El Duque inventa una mujer ideal de la que se enamora durante la representación: Aminta, condesa de la Santa Croce, quien es interpretada por Sánchez-Gijón.

Un detalle interesante de la producción es que el escenario está dispuesto en el centro de la sala, por lo que el público rodea completamente a los actores. Esto con la intención de que el público se integre aún más en el espectáculo.

El director Juan Ollé recalcó que el montaje muestra un ejercicio insólito, que es observar al autor de un texto recitar en vivo sus propias palabras.

Vargas Llosa menciona que actuar solo es un reto más dentro de su carrera como escritor, por lo que no cambiaría para nada este oficio.

“La libertad que tiene un escritor que escribe es infinitamente más grande que la que tiene un actor actuando o representando un papel. La libertad de un actor no desaparece pero está muy confinada […] Son experiencias más distintas que parecidas”, concluyó el literato.

El montaje coincide con la publicación del libro homónimo, el cual es editado por Alfaguara y salió a la venta este jueves.

Después de su estreno, la obra brindará funciones hasta el día 1 de marzo.

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