Por Eliud Rodríguez/ Manzanas es un obra original del dramaturgo británico Richard Milward, que inicia temporada el próximo 10 de abril en el Teatro Benito Juárez de la Ciudad de México. En ella se aborda el mundo de los jóvenes, plasmando sus aventuras amorosas, sus aciertos, sus fallas, así como sus instantes solitarios y las consecuencias de sus decisiones.
Según lo informó el Sistema de Teatros de la Ciudad de México, la puesta dirigida por Alberto Lomnitz brindará funciones hasta el 3 de mayo, y correrá a cargo de los grupos El Conejo con Prisa y Por Piedad Teatro.
La trama cuenta la historia de amor entre “Adán” y “Eva”; “Clara” y “Gabo”, y “Debbie” y “Berna”, buscando adentrar al público en el universo adolescente, donde reina la soledad y la total desconexión con el mundo de los adultos. El nombre de la obra hace referencia a una variedad de pastillas de éxtasis que son utilizadas por los protagonistas para evadir sus diversas y terribles realidades.
La obra trata temas comunes de esta etapa de la juventud, que involucran discusiones con los padres, enamoramientos, exámenes y fiestas, mezclándolos con situaciones graves como el maltrato psicológico por parte de un padre, el cáncer terminal que sufre una madre, un embarazo adolescente, así como con violencia, abuso sexual, drogas y alcohol.
Sofía Espinosa, actriz del elenco, declaró que el eje principal de la obra es la falta de comunicación entre padres e hijos.
También comentó que Manzanas es el nombre que en Inglaterra se le da al éxtasis, por lo que a lo largo de la historia se juega con este fruto prohibido a fin de experimentar y vivir emociones fuertes.
Además de Sofía Espinosa, el elenco está compuesto por Belem Aguilar, Fernanda Echeverría, Inés Peláez, Guiureni Fonseca, Armando Espitia , Sergio Rued y Hugo Rocha.
Tanto la escenografía como la iluminación juegan un papel crucial en el desarrollo del montaje, pues la primera está construida a base de bocinas de distintos tamaños que permiten a los histriones construir diversos escenarios: gradas de la escuela, una azotea, sus hogares o un antro. Por su parte, la segunda permite la construcción de los ambientes e impulsa y da énfasis a los diálogos de los personajes.
