Por Itai Cruz/ Una de las autoras más leídas y admiradas de todos los tiempos es, sin duda, la escritora inglesa Agatha Christie.
Agatha Mary Clarissa Miller nació un 15 de septiembre de 1890. De niña tenía un carácter tímido y retraído, se dice que rechazaba sus muñecas para jugar con sus amigos imaginarios. Durante la Primera Guerra Mundial trabajó como enfermera en un hospital, esta experiencia le sirvió de inspiración para escribir su primera historia policial, donde la víctima moría envenenada, titulada El misterioso caso de Styles (1920).
Una de las principales características de Agatha fue la creación de dos detectives tan particulares: Hercules Poirot, quien aparece en la mayor parte de sus novelas, en las que destacan El asesinato de Rogelio Ackroyd (1926) y Telón (1975), donde ocurre la muerte del mismo; y Miss Marple, protagonista de 13 novelas, cuyo perfil la coloca en el arquetipo de investigador-aficionado.
Se casó en 1914 con Archibald Christie y se divorció en 1928, después de este matrimonio se le conoció mundialmente como “Agatha Christie, la escritora de novelas, cuentos policiales y detectivescos”. Más tarde contrajo nupcias con el arqueólogo inglés Max Mallowan, a quien acompañó en sus viajes por Oriente Medio, material que utilizó para crear Asesinato en Mesopotamia (1930), Muerte en el Nilo (1937) y Cita con la muerte (1938).
En 1961 fue nombrada miembro de la Real Sociedad de Literatura y recibió el doctor honoris causa en Letras por la Universidad de Exeter. Diez años después, se le concedió el título “Dama del Imperio Británico”.
Agatha no sólo fue una notable escritora de novela policíaca, también fue una afamada autora teatral, escribió alrededor de 12 obras teatrales, entre las que destacan: La ratonera, cuyo título originalmente era Tres ratones ciegos, pero que adaptó a sugerencia de su yerno. Esta obra se estrenó en 1952 en Londres en el Theatre Royal de Nottingham y se presentó ininterrumpidamente por más de 25 años en el New Ambassadors Theatre, actualmente se exhibe en St. Martins Theater; Testigo de Cargo, se presentó el 28 de octubre de 1953 en el Winter Garden Theatre, y tuvo una adaptación al cine en 1957, basada en la puesta en escena. La obra se ha representado en Nueva York, Australia, Roma, Milán, Barcelona, Madrid y Buenos Aires.
Agatha Christie murió de causas naturales el 12 de enero de 1976, a la edad de 85 años en Oxfordshire. Sus restos descansan en el cementerio de la iglesia de St. Mary, en Cholsey.
Agatha Christie en México
En 1955 se presentó El amor de un extraño en el Teatro El Caracol, la traducción estuvo a cargo de don Adolfo Fernández Bustamante, bajo la dirección de José de Jesús Aceves y contó con las actuaciones de Francisco Jambrina, Emperatriz Carvajal, Hortensia Santoveña, José Mora, Margarita Herman, Francisco Muller, Yolanda Moro, Armando Bono. La obra trata sobre un nuevo caso de asesinato premeditado, la víctima una mujer tonta, soltera, madura y adinerada, cometido por un tipo que ha logrado burlar a la justicia inglesa, Londre vuelve a ser el escenario de esta historia.
Testigo de cargo, exhibida en el Teatro de Los Insurgentes en 1956, la versión corrió a cargo de Manuel Sánchez Navarro y fue cotejada por Juan Bustillo Oro. La dirigió por Manolo Fábregas y el elenco lo conformaban, el mismo Fábregas, María Teresa Rivas, Andrés Soler, Prudencia Grifell, Luis Aragón y Carlos Ancira. La historia gira en torno a la detención de un hombre llamado, Leonard Vole, por el asesinato de Emily French, una acaudalada viuda quien lo había nombrado como su principal heredero, sin saber que éste era un hombre casado. Romaine, su esposa, al ser llamada a declarar lo hace como testigo de cargo, más no en defensa de Leonard, de ahí el título.
El antiguo Teatro Milán tuvo en su escenario a La ratonera, adaptación de don Eleazar Canale. Dirigido y actuado, por Luis Gimeno, junto con Virginia Gutiérrez, Antonio Gama, Miguel Hiram, Micaela Castejón, Graciela Doring, Rafael Llamas y Cristián Caballero. La historia ocurre en una casa de huéspedes, donde los ocho personajes quedan atrapados en la casa debido a la nieve, y que se ven envueltos en un reciente crimen ocurrido en Londres, ya sea como sospechosos o víctimas.
Hora Cero, puesta en escena de 1957 en el Teatro Virginia Fábregas, traducida por Emilio Obregón y dirigida por Alfredo B. Crevenna. Con las actuaciones de Aurora Walker, Carlos López Moctezuma, Manola Savedra, Rosa Elena Durgel, Lucy González, Claudio Brook, Julio Taboada, Ricardo Román, Eduardo Alcaraz. Un obra muy intricada, pues cuando uno cree que está por terminar, el espectador se entera de que todo lo pasado es el preludio del verdadero crimen que está por cometerse.
