Por Itai Cruz/ Las fuentes ubican su fecha de nacimiento el 23 de septiembre del 408 a. C. en Salamina, en la época que se llevaba a cabo la batalla naval entre griegos y persas, mejor conocida como la Segunda Guerra Médica¹. Recibió una esmerada educación, pues se sabe que fue alumno de Anaxágoras y los sofistas, Protágoras, Arquelao, Pródico y Diógenes de Apolonia, cuyas enseñanzas se reflejan en su obra. Odiaba la política y era amante del estudio, por lo que poseía su propia biblioteca privada, una de las más completas de aquel tiempo.

Sus obras se representaron en los festivales dramáticos de Ática, pero hasta el año 455 a.C., obtuvo su primer reconocimiento con Los Pelíadas, consiguiendo el tercer puesto. Seguirían 92 obras más, de las cuales se han conservado diecisiete tragedias y un drama satírico, Los cíclopes, Alcestis (438 a.C.), Medea (431 a.C.), Hipólito (428 a.C.), Las troyanas (415 a.C.), Helena (412 a.C.), Orestes (408 a.C.), Ifigenia en Áulide (representadas póstumamente en el 405 a.C.). Entre las obras de fecha incierta destacan Andrómaca, Hércules, Hécuba, Los suplicantes, Electra, Hércules loco, Ifigenia entre los tauros, Ión y Las fenicias.

Las obras de Eurípides eran criticadas por su carácter nada convencional, por sus diálogos naturales (sus héroes y príncipes hablaban un lenguaje cotidiano) y por su independencia de los valores morales y religiosos tradicionales, no obstante, sus obras se hicieron famosas en toda Grecia.

Al final de su vida abandonó Atenas y se instaló en Macedonia, bajo la protección del rey Aquelao, donde residió hasta el final de sus días.

Medea

La estructura de las obras de Eurípides han sido señaladas como imperfectas por el uso del coro como un elemento independiente de la acción y por que sus obras se basan en episodios inconexos, que no constituyen una unidad coherente para el desarrollo gradual de la trama.

Sin embargo, en Medea (431 a.C.) la trama se desarrolla sin obstáculos hasta alcanzar su clímax devastador. Según los críticos, es una de las mejores obras de Eurípides. En ella, el autor alza la figura femenina de forma extraordinaria. Medea es formidable, sabia, fuerte, hábil, luchadora y por ello es amada por unos, pero respetada y temida por todos.

“De todo lo que tiene la vida y pensamiento, nosotras las mujeres, somos el ser más desgraciado. Empezamos por tener que comprar un esposo con dispendio de riquezas y tomar un amo de nuestro cuerpo, y éste es el peor de los males. Y la prueba decisiva reside en tomar a uno malo o a uno bueno. A las mujeres no les da buena fama la separación del marido y tampoco les es posible repudiarlo”. 

Esta obra ha sido representada en México bajo el título homónimo y en un sin fin de adaptaciones como Purgatorio en 2012 con Edith González y Julio Bracho. Este año, el Teatro Santa Catarina presenta Medea, adaptación libre de Germán Castillo y como parte del elenco están Dobrina Cristeva, Lorena Glinz y José Alberto Gallardo.

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