Por Itai Cruz/ Thomas Lanier Williams III, mejor conocido como Tennessee Williams, nació el 26 de marzo de 1911 en el seno de una familia sureña puritana. A los siete años contrajo difteria, enfermedad que lo costriño durante dos años en casa, por lo que su madre lo incitó a usar su imaginación y le regaló su primera máquina de escribir.
Estudió en la Universidad de Iowa y fue ahí donde sus compañeros de fraternidad lo apodaron “Tennessee” por su acento sureño. Cinco años después, escribió su primera obra que fue representada públicamente, Cairo, Shangai, Bombay!, aunque no logró el éxito deseado.
Durante un corto tiempo vivió en un barrio francés de Nueva Orleans en Luisiana, y fue ahí donde escribió una de sus obras más reconocidas Un tranvía llamado deseo (1947). Posteriormente se trasladó a Nueva York, donde ejerció diferentes oficios. Pero, al estallar la guerra, el ejército -después de practicarle los estudios de rutina- lo declaró no apto por sus diversos problemas psiquiátricos, cardíacos y de alcholismo, incluso por su homosexualidad.
La Metro Goldwyn Mayer lo contrató en 1943 para adaptar una obra al cine y más tarde, escribió El zoo de cristal, novela basada en una cirugía que le fue practicada a su hermana. A partir de ahí, comenzó una ferviente producción que lo consolidó como el más importante dramaturgo de su tiempo.
En 1947 consiguió que su obra Un tranvía llamado Deseo [1] se representara en Broadway y fuera dirigida por Elia Kazan, la obra fue protagonizada por actores jóvenes del Actors Studio, Marlon Brando y Jessica Tandy. Además fue ganadora del Premio Pulitzer en 1984 en la categoría de drama.
Casi todas las obras de esos años fueron llevadas al cine, con guiones del mismo Tennessee, en la mayoría de los casos, y sus versiones obtuvieron un gran reconocimiento como La gata sobre el tejado de zinc (1955), que sería llevada al cine en varias ocasiones. Las obras de Tennessee no sólo se representaron en Broadway también fueron adaptadas en varios países como Francia.
Tras esta grandiosa época, le siguieron tiempos difíciles, Williams fue víctima de calmantes y drogas, abrumado por las críticas adversas en la que no consiguió escribir más que algunas piezas menores. Así, en 1967 publicó el libro de poemas En el invierno de las ciudades y en 1975 sus Memorias.
Tennessee Williams murió un 25 de febrero de 1983 en la soledad de una habitación de hotel, tras ingerir un tubo de pastillas contra el insomnio.
Williams en el teatro
A pesar de ser reconocido como uno de los más importantes dramaturgos, rara vez se ha montado su obra en México.
Un tranvía llamado Deseo se estrenó por primera vez en 1948 por el grupo Teatro de la Reforma, dirigido por Seki Sano en el Teatro de Bellas Artes de la Ciudad de México y producido por el INBA (por entonces dirigido por Salvador Novo) que incluyó, en el elenco a María Douglas como Blanche y a Wolf Ruvinskis, en su presentación estelar. Como dato curioso, se dice que produjo un gran impacto “la actuación de los actores que se metían entre el público” y que el propio autor declaró que esta representación en México resultaba superior a la de Broadway. Posteriormente en 1996 con Diana Bracho interpretando a las dos hermanas.
En 1980 se llevaron a escena tres obras en conjunto Háblame como la lluvia, La marquesa de Colomel y Retrato de una Madonna, en el Teatro El Granero con las actuaciones de Rosenda Monteros, Manuel Ojeda y Rosa Furman, bajo la dirección de Gerald Huillier.
Tennessee en cuerpo y alma (2012) escrita por Ximena Escalante, dirigida por Francisco Franco y como protagonistas tuvo Itati Cantoral y Hernán Mendoza, quienes interpretan a Blanche DuBois y a su creador, el dramaturgo Tennessee Williams. Se presentó a finales de octubre en la Casa del Lago. Este montaje tiene como anécdota el encuentro imaginario entre Williams y Dubois. La protagonista de Un tranvía llamado deseo se presenta frente al escritor que la creo para exigirle que escriba un final para la obra en el que ella sea feliz.
Discurso de despedida (2014) monólogo escrito por Victoria Duque y Gerardo Del Razo, basado en el momento en el que Williams se convertía en un famoso dramaturgo y que coincidió con el declive en la salud mental y emocional de su hermana Rose Isabel, quién terminó siendo recluida en un hospital psiquiátrico.
Háblame como la lluvia y déjame escuchar (2015) dirigida por Viviana Armas con las actuaciones de Aline Ross y Roberto García. Es la historia de una pareja que tuvo dinero, comodidades, sueños, lujos, planes, pero poco a poco fueron perdiendo todo por culpa del alcohol, vicio que se fue apoderando de él. Ella lo dejó todo por seguir al hombre al hombre que amaba desde el momento en que se casaron. Lo único vivo entre ellos es la lluvia. Él ha decidido seguir su vida bajo el vicio consiguiéndolo a como dé lugar, desapareciéndose por varios días: ella ha decidido abandonarse y encerrarse en su silencio tomando solamente agua. Cada uno se está matando lentamente.
[1] En 1951 fue llevado a la pantalla grande, Un tranvía llamado Deseo, dirigida por Elia KAzan, fue ganadora de varios premios entre los que destacan el afamado Oscar en la categoría de Mejor Actriz para Vivien Leigh al interpretar el personaje de Blanceh DuBois,
