CRIMINAL, comedia de ritmo intenso

Por Óscar Ramírez Maldonado / CRIMINAL es una comedia salvaje, de ritmo intenso. Una comedia negra, con toques de drama policial y un poco de sátira y homenaje al psicoanálisis, al amor, a las obsesiones de nuestra sociedad y a la manera en que nos desenvolvemos en ella: “Supongo que el fin último de todo análisis es volvernos egoístas hasta la obscenidad”, le dice Diana (Fernanda Borches) a su terapeuta Juan Bueras (Moisés Arizmendi) en un momento de la sesión. Diana es esposa de Carlos Cossio (Juan Martín Jáuregui), quien a su vez es paciente del Dr. A (Arap Bethke). Un posible crimen en progreso es el centro alrededor del que gravita la obra y sus personajes.

Este montaje se estrenó en Argentina en 1995 bajo el título Criminal, pequeña tragedia sobre una transferencia contratransferencial, y con él su autor, Javier Daulte, comenzó a ganar notoriedad en su tierra natal.

Ahora, bajo la dirección de Sebastián Sánchez Amuntátegui, y con una adaptación al texto realizada por Arturo Barba y Fernanda Borches, CRIMINAL se presenta en una corta temporada en la Ciudad de México. En este montaje su director pone en juego, de manera efectiva y acertada, elementos que con anterioridad había utilizado en otras propuestas y que se van convirtiendo en una suerte de sello personal.

En esta puesta en escena destacan el ritmo, la sonoridad y la articulación de los diálogos, así como la intensidad de la acción sobre el escenario.

El elenco, conformado por Fernanda Borches, Moisés Arizmendi, Juan Martín Jáuregui y Arap Bethke, mantienen  un sólido desempeño actoral, el cual hace posible disparar la risa en el público y crear a través del humor una conexión con estos personajes distantes, angustiados y neuróticos que nacen de la pluma del autor argentino.

El limpio diseño escenográfico de CRIMINAL es un trabajo de Auda Caraza y Atenea Chávez, quienes forman parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA. El diseño de iluminación, que en este montaje juega un papel importante al permitir las interacciones o aislar a determinados personajes del resto de los actores en escena, corre a cargo de Matías Gorlero.

CRIMINAL tiene la cualidad de navegar entre el humor negro y la burla sutil, la irreverencia y lo teatral; no es casual la elección de personajes en esta obra, pues  en palabras del propio autor -quien también es psicólogo-, la relación paciente terapeuta es por sí misma “teatral”. En este sentido, en una entrevista para el suplemento Vos, de La Voz de Argentina, el dramaturgo ha dicho que la temática y la práctica psicoanalítica le interesa no tanto como contenido, sino “en tanto dispositivo. Creo que la relación de amor artificial que se genera entre analista y paciente (amor transferencial) es muy teatral”.

Es esta visión del teatro como dispostivo escénico la que da al trabajo de Daulte esa capacidad de moverse en diversos planos y hace de esta pieza una puesta en escena dinámica, divertida y disfrutable.

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